La inseguridad en México sigue fuera de control: en un nuevo golpe al crimen, elementos del Ejército Mexicano y la Agencia Estatal de Investigación decomisaron más de 16 kilogramos de pastillas de fentanilo en Ciudad Juárez, Chihuahua, tras una persecución en la madrugada del 22 de marzo.
Todo comenzó cuando agentes en operativo detectaron una camioneta Ford Expedition negra conducida de forma imprudente en la calle Tapachula, casi provocando un choque con una unidad oficial. Esto desató una intensa persecución por las calles de la colonia Granjas Polo Gamboa.
Los narcotraficantes abandonaron el vehículo en el cruce de Avenida de las Granjas y Colima, huyendo a pie entre lotes baldíos. Al inspeccionar la camioneta, las autoridades hallaron un costal blanco con seis bolsas de pastillas azules marcadas con “M30”, típicas del fentanilo.
El cargamento, con un peso total de 16.49 kilogramos, evidencia la magnitud del trasiego de drogas en la frontera. La camioneta, sin reporte de robo, y la droga fueron entregadas a la Fiscalía General de la República para investigación.
Este decomiso se suma a una ola de violencia e inseguridad que parece no tener fin. Las autoridades locales y federales no logran contener el avance del crimen organizado, mientras los ciudadanos quedan atrapados en el fuego cruzado.
La pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguirán estos operativos como mera reacción y no como una solución real al problema de fondo? La frontera norte permanece como un punto crítico en la lucha contra el narcotráfico.