El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa, se propaga a través de partículas en el aire y secreciones nasales o faríngeas. Sus síntomas incluyen fiebre alta, tos, conjuntivitis y erupciones cutáneas. En casos graves, puede derivar en complicaciones mortales como neumonía o encefalitis, lo que resalta la gravedad de este brote.
En América, la Organización Panamericana de la Salud reporta que los brotes están concentrados en seis países, con Estados Unidos liderando los contagios. En este país, se han registrado 256 casos, principalmente en Texas, y dos muertes. Canadá y México también enfrentan un aumento significativo, con casos importados que complican el panorama.
En México, se han confirmado 22 casos, dos de ellos importados. Uno involucra a una niña de 5 años que viajó por Asia, y otro a un niño de 9 años. Chihuahua y Oaxaca son los estados más afectados, con 18 y 4 casos respectivamente. La mayoría de los pacientes son hombres, y los grupos de edad más impactados son los niños de 10 a 14 años y los adultos de 25 a 44 años.
Un dato preocupante es que 19 de los 22 pacientes en México no estaban vacunados. Esto refleja una caída en las tasas de vacunación, un problema agravado por la pandemia de COVID-19, que interrumpió campañas de inmunización en varios países. La falta de vacunación deja a las poblaciones vulnerables ante una enfermedad que podría prevenirse.
La Organización Mundial de la Salud subraya que la vacunación es la clave para frenar el sarampión. Se recomienda una cobertura del 95 por ciento con dos dosis de la vacuna triple viral para evitar brotes. Sin embargo, en 2023, solo el 28.6 por ciento de los países de América alcanzaron este nivel, lo que explica la rápida propagación del virus.
Los expertos advierten que el riesgo en América es alto debido al movimiento poblacional y la reticencia a las vacunas en algunas comunidades. Países como Yemen, Pakistán e India reportan miles de casos, lo que aumenta la probabilidad de casos importados en la región. La Organización Panamericana de la Salud urge a reforzar la vigilancia y las campañas de vacunación.
La situación es crítica, pero la solución está al alcance. Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de vacunar a los menores de 5 años, el grupo más vulnerable. La recuperación del estatus de América como región libre de sarampión endémico, logrado en 2024 tras la eliminación en Brasil, está en peligro si no se toman medidas inmediatas.
Este brote es un recordatorio de que el sarampión no ha desaparecido. La Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud trabajan para coordinar esfuerzos, pero la responsabilidad recae también en las comunidades. La vacunación masiva y la detección temprana son esenciales para proteger a la población.
La lucha contra el sarampión requiere acción urgente y coordinada. Mientras los casos continúan aumentando, la región enfrenta el desafío de recuperar la confianza en las vacunas y garantizar que ningún niño quede desprotegido ante esta enfermedad prevenible pero potencialmente mortal.

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La Organización Mundial de la Salud lanza una advertencia urgente: los casos de sarampión en América se han disparado, multiplicándose por 11 en solo un año. Hasta el 18 de abril de 2025, se han confirmado 2,318 contagios en la región, con Estados Unidos, Canadá y México como los países más afectados. Este aumento alarmante pone en riesgo la salud pública, especialmente de los niños no vacunados.
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