En un movimiento que ha generado controversia, el Cabildo de San Pedro Garza García, Nuevo León, aprobó la eliminación total de la densidad operativa en todo el municipio. Esta decisión, impulsada por la administración del alcalde Mauricio Fernández, busca revertir las políticas de desarrollo urbano establecidas durante el gobierno de Miguel Treviño, que permitían a desarrolladores construir edificios más altos y departamentos más pequeños a cambio de pagos al municipio.
La densidad operativa, también conocida como Aprovechamiento Urbano Optativo, fue implementada en la gestión pasada para aumentar el número de viviendas y personas por kilómetro cuadrado en zonas como Centrito Valle y las Calzadas. Según el exalcalde Treviño, esta medida buscaba crear una ciudad más compacta, reducir traslados en auto y disminuir emisiones contaminantes. Sin embargo, la actual administración argumenta que estas políticas han generado problemas graves de movilidad y saturación vial.
Mauricio Fernández, líder del gobierno municipal, ha sido claro en su postura: la densidad operativa triplicaría las viviendas en San Pedro, pasando de 69 mil a más de 164 mil, y el parque vehicular crecería de 139 mil a más de 411 mil autos. Estas cifras, según el alcalde, pondrían en riesgo la calidad de vida de los sampetrinos, saturando las vialidades y colapsando los servicios públicos.
La decisión del Cabildo se tomó tras una consulta pública que, aunque limitada en participación, mostró un rechazo mayoritario a las densidades optativas. Entre el 24 de marzo y el 11 de abril, se recabaron 208 opiniones, todas a favor de eliminar esta figura del Reglamento de Zonificación y Usos de Suelo. Sin embargo, la consulta ha sido criticada por algunos sectores que consideran que no fue lo suficientemente representativa.
Los desarrolladores inmobiliarios, quienes ya habían adquirido predios bajo el esquema de densidad operativa, podrían enfrentar pérdidas significativas. Durante la administración de Treviño, se aprobaron tres permisos de este tipo, generando ingresos por 45 millones de pesos al municipio. Otros 32 permisos estaban en trámite, pero ahora quedarán sin efecto, lo que podría derivar en una ola de amparos legales.
El secretario de Desarrollo Urbano, Fernando Garza Treviño, explicó que la eliminación de la densidad operativa busca mantener las densidades actuales, como las de Valle Oriente, que rondan el 1.3. En contraste, las reformas de Treviño permitían densidades de hasta 3.5, lo que, según el municipio, sería insostenible para la infraestructura actual.
Críticos de la medida advierten que esta decisión podría frenar el crecimiento económico de San Pedro, un municipio conocido por su dinamismo inmobiliario. Además, señalan que la falta de un fideicomiso claro para administrar los recursos generados por las densidades optativas durante la gestión pasada refleja una mala planeación que ahora afecta a los desarrolladores.
Por su parte, Fernández defiende la medida como una acción para proteger el bienestar de los ciudadanos. En eventos públicos, como “Salvemos San Pedro”, ha reiterado que su prioridad es evitar que el municipio se convierta en una zona saturada y caótica, priorizando la movilidad y la calidad de vida.
La eliminación de la densidad operativa marca un punto de inflexión en el desarrollo urbano de San Pedro. Mientras algunos celebran la decisión como un triunfo para los vecinos, otros la ven como un retroceso que podría limitar el potencial del municipio como polo de inversión y crecimiento en Nuevo León.
El debate está lejos de terminar. Con posibles amparos en el horizonte y una ciudadanía dividida, San Pedro enfrenta un futuro incierto en el que la planeación urbana seguirá siendo un tema candente.

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Cabildo de San Pedro da un golpe al desarrollo urbano: elimina densidad operativa en el municipio
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