La presidenta Claudia Sheinbaum no se quedó callada ante las recientes críticas del expresidente Ernesto Zedillo, quien acusó al actual gobierno de poner en riesgo la democracia mexicana. En un nuevo capítulo de esta batalla política, Sheinbaum respondió con contundencia, cuestionando la autoridad moral de Zedillo para hablar de democracia.
Durante un evento reciente, Zedillo afirmó que México está perdiendo su carácter democrático y se encamina hacia una autocracia. Sus palabras, pronunciadas en un foro del ITAM, generaron revuelo, especialmente porque el expresidente lleva años alejado de la política nacional. Según Zedillo, las reformas impulsadas por el gobierno de Morena, como la del Poder Judicial, son un ataque directo a las instituciones democráticas.
Sheinbaum, lejos de intimidarse, salió al paso y acusó a Zedillo de ser un representante del viejo régimen. Recordó que durante su presidencia, México enfrentó el polémico Fobaproa, un rescate bancario que dejó una deuda millonaria al pueblo mexicano. Para la presidenta, hablar de democracia mientras se carga con ese historial es, cuanto menos, contradictorio.
La mandataria defendió que su gobierno busca fortalecer la democracia, no debilitarla. Resaltó que la reforma judicial, lejos de ser una amenaza, permitirá que los jueces sean elegidos por voto popular, dando más poder al pueblo. Para Sheinbaum, esto es la esencia de una verdadera democracia, algo que, según ella, los gobiernos del pasado nunca entendieron.
Zedillo también criticó la figura de la revocación de mandato, llamándola una “barbaridad”. Propuso que Sheinbaum suspenda las reformas constitucionales de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, para evitar una crisis. Sin embargo, la presidenta insistió en que estas reformas son necesarias para erradicar la corrupción y el nepotismo que, según ella, han plagado al Poder Judicial por décadas.
En su respuesta, Sheinbaum no solo atacó a Zedillo, sino que también recordó otros episodios de su sexenio, como el aumento del IVA y las privatizaciones. Para la presidenta, estos actos reflejan un gobierno que favoreció a las élites y no al pueblo, lo que deslegitima cualquier crítica que Zedillo haga sobre el rumbo actual del país.
El intercambio entre ambos no es nuevo. Desde que Zedillo rompió su silencio sobre la política mexicana en 2024, sus críticas al gobierno de Morena han sido constantes. Sin embargo, Sheinbaum ha sabido responder, posicionándose como una defensora de la Cuarta Transformación y de un proyecto que, asegura, pone al pueblo en el centro.
Este enfrentamiento pone en evidencia la polarización que vive México. Mientras Zedillo apela a la defensa de las instituciones, Sheinbaum insiste en que esas mismas instituciones han servido históricamente a los intereses de unos pocos. El debate está lejos de terminar, y la ciudadanía sigue atenta a este choque de visiones sobre el futuro del país.
La presidenta cerró su respuesta con un mensaje claro: México es más democrático que nunca. Según Sheinbaum, el 1 de junio de 2025 será histórico, cuando por primera vez se elijan jueces y magistrados por voto popular. Para ella, este paso marcará un antes y un después en la lucha contra la corrupción judicial.
Zedillo, desde su posición en el extranjero, parece decidido a seguir siendo una voz crítica. Pero Sheinbaum, con el respaldo de Morena, no da señales de retroceder. Este duelo de discursos promete seguir dando de qué hablar, mientras México define su rumbo en medio de reformas y tensiones políticas.

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¡ZEDILLO, EL NUEVO DEFENSOR DE LA DEMOCRACIA? SHEINBAUM LO DESENMASCARA CON FUERZA
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