Thamara Elizabeth Tinoco Rivera, una adolescente de 15 años, lleva desaparecida desde el viernes 25 de abril en Irapuato, Guanajuato. La joven salió de su casa y no ha regresado, dejando a su familia sumida en la angustia. Las autoridades han activado una Alerta Amber para intensificar su búsqueda, pero el caso refleja una vez más la creciente ola de inseguridad que azota la región.
La Fiscalía General del Estado de Guanajuato emitió la alerta tras la denuncia de los familiares de Thamara. La joven fue vista por última vez al salir de su domicilio, sin que hasta ahora se tenga información sobre su paradero. Este hecho se suma a una serie de desapariciones en el estado, donde la violencia parece no dar tregua.
Thamara tiene cabello ondulado y castaño oscuro, ojos alargados de color café oscuro y mide aproximadamente 1.65 metros. Entre sus señas particulares, destaca un lunar en la espalda y el uso de anteojos. Estos detalles son clave para identificarla, en medio de un contexto donde cada hora cuenta para encontrarla con vida.
La Alerta Amber detalla que la desaparición ocurrió en Irapuato, una ciudad que ha enfrentado un aumento alarmante de casos similares. La falta de resultados concretos en investigaciones previas ha generado críticas hacia las autoridades locales, quienes parecen desbordadas por la magnitud del problema.
La familia de Thamara ha pedido a la población estar atenta y reportar cualquier información que pueda ayudar a localizarla. Los números de contacto proporcionados son el 800 368 62 42 y el 911, disponibles para recibir datos que permitan avanzar en la búsqueda. La desesperación de sus seres queridos crece con el paso del tiempo.
Guanajuato vive un panorama sombrío en materia de seguridad. Casos como el de Thamara Elizabeth no son aislados; en las últimas semanas, otras desapariciones han sacudido a la entidad. La activación de alertas Amber y Protocolo Alba se ha vuelto una constante, sin que las autoridades logren frenar esta crisis.
La sociedad civil ha alzado la voz, exigiendo medidas efectivas para garantizar la seguridad de los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables, como los menores de edad. La desaparición de Thamara pone en evidencia las fallas en la prevención y respuesta ante estos delitos, que mantienen a las familias en vilo.
Mientras la búsqueda de Thamara continúa, el caso se convierte en un doloroso recordatorio de la urgencia de abordar la inseguridad en Guanajuato. La esperanza de encontrarla sana y salva persiste, pero el tiempo apremia y la incertidumbre se apodera de quienes esperan su regreso.