El mundo del cine mexicano está de luto tras la muerte de Javier Zaragoza, un actor, director y docente que dejó un legado imborrable en la industria del entretenimiento. A los 63 años, Zaragoza partió, dejando tras de sí una carrera de casi cinco décadas llena de pasión y versatilidad.
Conocido por su papel como Sandri en la aclamada película Hombre en llamas, dirigida por Tony Scott en 2004, Zaragoza llevó su talento de Iztapalapa a producciones internacionales. Su presencia en la pantalla grande no se limitó a Hollywood, ya que también participó en cintas mexicanas como Pueblo de Madera, dirigida por Juan Antonio de la Riva en 1990.
Además de Hombre en llamas, Zaragoza destacó en películas como Miss Bala en 2011, donde interpretó a Ramón Guerrero, y Atrapen al gringo en 2012. Su filmografía incluye más de 60 producciones, abarcando desde cine mexicano hasta proyectos internacionales, consolidándose como un actor de gran alcance.
No solo brilló en el cine. Zaragoza también dejó su marca en el teatro, participando en obras como El encanto de Belén, Sueño de una noche de verano y Muerte súbita. Su amor por las artes escénicas lo llevó a explorar diferentes facetas, demostrando su talento en los escenarios.
Como director, Zaragoza también mostró su creatividad. En 2007, dirigió el cortometraje Iridiscencia masculina, y fue protagonista del cortometraje Diamante, considerado una obra maestra por muchos. Su trabajo detrás de cámaras reflejó su compromiso con el arte.
Además de su carrera artística, Zaragoza fue un apasionado docente en la Escuela de Cine Comunitario y Fotografía Pohualizcalli Casa de las Historias. Su labor como maestro impactó a nuevas generaciones de actores, compartiendo su experiencia y amor por el cine.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por la Escuela de Cine Comunitario a través de un comunicado en Instagram. Colegas y alumnos han expresado su tristeza, destacando la autenticidad y dedicación de Zaragoza en cada proyecto que emprendió.
El actor Eduardo España, conocido como Lalo España, fue uno de los primeros en despedirse de Zaragoza con un mensaje conmovedor en redes sociales. Sus palabras reflejan el cariño y respeto que la comunidad artística sentía por este gran cineasta.
El legado de Javier Zaragoza perdurará en cada película, obra de teatro y lección que impartió. Su trayectoria es un testimonio del talento mexicano que trasciende fronteras, dejando una huella imborrable en el corazón de quienes lo conocieron.