La presidenta Claudia Sheinbaum anunció en Campeche un nuevo programa, la “Leche del Bienestar”, que promete llevar leche a bajo costo a las comunidades más pobres del país a partir de noviembre. Este anuncio se suma a otros productos como el chocolate, frijol y miel del Bienestar, todos bajo el paraguas de su estrategia de “autosuficiencia alimentaria”. Sin embargo, las promesas presidenciales llegan en medio de críticas por la falta de resultados concretos en el sector agrícola.
El programa, según Sheinbaum, busca fortalecer la producción lechera nacional comprando directamente a pequeños productores a un precio de garantía de 11.50 pesos por litro. Para ello, se inaugurará una planta procesadora en Campeche, instalada en un terreno de 7 mil metros cuadrados. La mandataria asegura que esta iniciativa beneficiará a miles de familias en zonas marginadas, pero no mencionó cómo se financiará ni cómo se garantizará su distribución efectiva.
Mientras Sheinbaum presume estos proyectos, el campo mexicano enfrenta problemas estructurales que no han sido resueltos. La desaparición de Segalmex, la agencia alimentaria creada en el sexenio anterior, dejó un hoyo financiero de al menos 15 mil millones de pesos por desvíos de recursos. La presidenta reconoció “algunos problemas” en Segalmex, pero evitó profundizar en el tema, lo que ha generado dudas sobre la transparencia de su gobierno.
Los productos del Bienestar, como el chocolate, frijol y miel, han sido cuestionados por su calidad y utilidad real. Por ejemplo, el Chocolate del Bienestar recibió críticas por tener sellos de advertencia por alto contenido de azúcar, a pesar de que el gobierno promueve una dieta saludable. Sheinbaum defendió el producto asegurando que “engorda menos” que otros chocolates, una respuesta que no convenció a muchos.
En el caso del frijol, el gobierno promete duplicar la producción a 300 mil toneladas, pero los productores de Zacatecas, Durango y Nayarit siguen enfrentando bajos precios y falta de apoyo. La Miel del Bienestar, anunciada en Yucatán, busca replicar el modelo de comercio justo, pero los apicultores reportan que los intermediarios siguen controlando el mercado, dejando migajas a los pequeños productores.
La “Leche del Bienestar” se presenta como la próxima gran promesa, pero el historial de los programas anteriores genera escepticismo. La planta en Campeche, que aún no está operativa, enfrenta el reto de competir con grandes empresas lecheras que dominan el mercado. Además, no está claro cómo se asegurará que la leche llegue a las comunidades más alejadas sin caer en los mismos errores de distribución de Segalmex.
El gobierno de Sheinbaum insiste en que estos programas transformarán el campo y garantizarán alimentos accesibles para todos. Sin embargo, la falta de claridad en los detalles y los antecedentes de corrupción en iniciativas similares hacen que muchos mexicanos duden de su viabilidad. La autosuficiencia alimentaria suena bien en el discurso, pero en la práctica, el campo sigue esperando soluciones reales.
Criticos señalan que estos anuncios son más una estrategia de imagen que una solución de fondo. Mientras el gobierno gasta recursos en renombrar programas y lanzar marcas, los problemas de fondo como la pobreza rural, la falta de infraestructura y la inseguridad en las zonas agrícolas no reciben la misma atención. La “Leche del Bienestar” podría ser solo un espejismo más en un sexenio lleno de promesas.

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¡Escándalo en el gobierno! Sheinbaum promete “Leche del Bienestar” mientras el campo mexicano sigue en crisis
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