El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado controversia al afirmar que los barcos estadounidenses, tanto militares como comerciales, deberían transitar gratis por los canales de Panamá y Suez. En un mensaje publicado en su red social Truth Social, el mandatario aseguró que estas rutas marítimas son fundamentales para el comercio global y que no existirían sin la intervención histórica de su país.
Según Trump, el rol de Estados Unidos en la construcción y administración del Canal de Panamá, así como su influencia en la región del Canal de Suez, justifica su demanda. El presidente destacó que estas vías son esenciales para el transporte marítimo, especialmente para el comercio estadounidense, que representa un porcentaje significativo del tráfico en ambos canales.
El Canal de Panamá, construido por Estados Unidos a principios del siglo XX, estuvo bajo su control hasta 1999, cuando fue transferido a Panamá tras los Tratados Torrijos-Carter. Actualmente, esta ruta maneja alrededor del 5% del comercio marítimo mundial, con Estados Unidos y China como sus principales usuarios.
Por su parte, el Canal de Suez, controlado por Egipto desde 1956, es otra arteria clave para el comercio internacional, aunque su uso se ha visto afectado recientemente por ataques de rebeldes hutíes en el Mar Rojo. Estos incidentes han obligado a muchas navieras a optar por rutas más largas y costosas alrededor de África.
Trump ha encomendado al secretario de Estado, Marco Rubio, que aborde esta situación de inmediato. Sin embargo, el presidente no proporcionó detalles sobre cómo planea negociar o implementar esta exigencia, lo que ha generado incertidumbre en los países involucrados.
En el caso de Panamá, la reacción no se ha hecho esperar. El presidente José Raúl Mulino ha defendido la soberanía del país sobre el canal, recordando que los peajes son establecidos por la Autoridad del Canal de Panamá, una entidad autónoma. Mulino calificó de “falsedad” cualquier intento de eximir a los barcos estadounidenses del pago de tarifas.
La postura de Trump también ha reavivado tensiones sobre la influencia extranjera en el Canal de Panamá. En meses recientes, el mandatario ha señalado la presencia de un operador hongkonés en puertos cercanos al canal, sugiriendo que esto representa un control chino sobre la vía, una acusación que Panamá ha rechazado.
Las declaraciones de Trump se producen en un contexto de creciente presión por parte de Estados Unidos para asegurar sus intereses comerciales y militares en estas rutas estratégicas. A principios de abril, Washington obtuvo permiso para desplegar militares alrededor del Canal de Panamá, tras denunciar una supuesta injerencia extranjera.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención las implicaciones de esta demanda. Cualquier cambio en las tarifas o en el acceso a estos canales podría tener un impacto significativo en el comercio global, afectando no solo a Estados Unidos, sino también a países que dependen de estas rutas para sus exportaciones e importaciones.
Por ahora, ni Panamá ni Egipto han dado señales de ceder ante las exigencias de Trump. La discusión sobre el acceso gratuito a los canales promete ser un tema candente en la agenda internacional, con posibles repercusiones diplomáticas y económicas en los próximos meses.

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Trump exige paso libre para barcos de EE.UU. en los canales de Panamá y Suez
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