En un operativo en Navolato, Sinaloa, fuerzas federales y estatales encontraron un campamento abandonado con dos artefactos explosivos improvisados. El hallazgo ocurrió en la sindicatura de Villa Juárez, tras reportes de enfrentamientos entre grupos armados. Los responsables huyeron al notar la presencia de las autoridades.
El campamento, ubicado cerca del campo agrícola “El Pagador”, también contenía una carabina M4, un cargador abastecido y una camioneta. Según la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, los elementos de la Policía Estatal Preventiva, el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina y las fiscalías estatal y federal participaron en el operativo.
En otra acción en el campo Paralelo 38, las autoridades localizaron un arma automática abandonada con un cargador. No se reportaron detenciones en ninguno de los dos sitios, lo que refuerza la percepción de impunidad en la región.
La presencia de explosivos caseros en Navolato pone en evidencia la escalada de violencia en Sinaloa. Este tipo de artefactos, cada vez más comunes, representa un peligro para la población y las fuerzas de seguridad. Las autoridades no han vinculado el campamento a un grupo criminal específico.
Los objetos asegurados fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal para su investigación. La desactivación de los explosivos estuvo a cargo de una célula especializada del Ejército Mexicano, que estableció un perímetro de seguridad en la zona.
Sinaloa ha enfrentado un repunte de incidentes violentos en los últimos meses. En febrero, otro campamento en Navolato fue desmantelado, con siete artefactos explosivos, drogas y motos acuáticas. Estos hallazgos sugieren la operación de grupos armados bien equipados.
La falta de detenciones en operativos como este genera cuestionamientos sobre la efectividad de las estrategias de seguridad. La población de Navolato y Culiacán vive bajo la constante amenaza de enfrentamientos y actividades delictivas.
El gobierno federal ha prometido reforzar la presencia de fuerzas de seguridad en la región. Sin embargo, los resultados parecen insuficientes ante la magnitud del problema. La ciudadanía exige acciones concretas para garantizar su protección.