En un nuevo golpe a la seguridad en México, María del Carmen Morales, una valiente madre buscadora, y su hijo Jaime Daniel Ramírez Morales fueron asesinados a sangre fría en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Los hechos ocurrieron la madrugada del 24 de abril en el fraccionamiento Las Villas, en un ataque que ha conmocionado a la sociedad.
María del Carmen era integrante del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, un grupo dedicado a la búsqueda de personas desaparecidas. Desde el 24 de febrero de 2024, ella luchaba incansablemente por encontrar a su otro hijo, Ernesto Julián Ramírez Morales, desaparecido en el mismo municipio donde ocurrió la tragedia.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó enérgicamente estos asesinatos. El organismo destacó la vulnerabilidad de las personas que, como María del Carmen, buscan justicia para sus seres queridos en un país donde la impunidad reina.
Según la fiscalía de Jalisco, el ataque iba dirigido contra Jaime Daniel, de 26 años. Sin embargo, María del Carmen intentó defender a su hijo y terminó siendo herida de muerte. Hasta el momento, las autoridades aseguran que no hay indicios de que el crimen esté relacionado con su labor como buscadora, una declaración que ha generado escepticismo.
El colectivo Guerreros Buscadores ha exigido una investigación inmediata y exhaustiva para esclarecer los hechos. También han pedido justicia para Ernesto Julián, cuyo paradero sigue siendo un misterio. La organización señaló que María del Carmen había recibido amenazas previas por su activismo.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos expresó su preocupación por la situación de riesgo que enfrentan los colectivos de búsqueda en México. Este organismo llamó a las autoridades de Jalisco y al gobierno federal a garantizar la seguridad de las familias afectadas y de los activistas que continúan su labor.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, envió condolencias a los familiares y afirmó que los colectivos de búsqueda cuentan con el respaldo del gobierno estatal. Sin embargo, las palabras de apoyo contrastan con la falta de resultados concretos para frenar la violencia en la entidad.
México enfrenta una crisis de desapariciones con más de 127 mil personas reportadas como no localizadas. Las madres buscadoras, como María del Carmen, se han convertido en símbolo de resistencia, pero también en blanco de la violencia que azota al país.
Este doble homicidio refleja la incapacidad de las autoridades para proteger a quienes buscan justicia. La tragedia de María del Carmen y Jaime Daniel es un recordatorio doloroso de que, en México, buscar a los desaparecidos puede costar la vida.
Mientras el país llora esta pérdida, la pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguirá la impunidad? La sociedad exige respuestas y acciones concretas para que las familias de los desaparecidos puedan buscar a sus seres queridos sin temor a represalias.