La presidenta Claudia Sheinbaum ha desatado una nueva controversia al señalar que en México residen miles de estadounidenses sin documentos legales. Durante su conferencia matutina, la mandataria destacó que, de una población estimada de 1.5 millones de estadounidenses en el país, muchos carecen de permisos legales, pero son recibidos con “cariño”. Estas declaraciones llegan en un momento de alta tensión con Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump ha intensificado su discurso contra los migrantes indocumentados.
Sheinbaum aprovechó la oportunidad para defender la contribución de los mexicanos a la economía estadounidense. Según la presidenta, cerca de 5 millones de mexicanos sin documentos en Estados Unidos son pilares fundamentales de sectores como la agricultura y los servicios. Sus comentarios parecen ser una respuesta directa a las amenazas de Trump de deportaciones masivas, que han generado incertidumbre entre las comunidades migrantes.
La mandataria subrayó la diversidad de los estadounidenses que llegan a México, desde jóvenes nómadas digitales hasta personas de distintos niveles económicos. Muchos de ellos se establecen en estados del norte como Sonora, Sinaloa y Baja California Sur, mientras que otros prefieren barrios de la Ciudad de México como Roma, Condesa y Juárez. Sin embargo, su presencia no está exenta de críticas, ya que algunos residentes locales los acusan de contribuir a la gentrificación.
En un tono que busca confrontar la narrativa de Trump, Sheinbaum afirmó que México es un destino atractivo para vivir y trabajar, incluso para quienes no cuentan con documentos legales. La presidenta destacó que, a diferencia de las políticas migratorias estadounidenses, México ofrece un trato hospitalario a los extranjeros. Esta postura contrasta con las recientes protestas en lugares como Mazatlán, donde un estadounidense fue señalado por actitudes clasistas.
La presencia de estadounidenses en México ha generado tensiones en comunidades locales, particularmente en la Ciudad de México y Oaxaca. Los habitantes de estas zonas denuncian que la llegada de extranjeros ha disparado los costos de vivienda, desplazando a los mexicanos de sus propios barrios. Sheinbaum reconoció estas preocupaciones y enfatizó que los visitantes deben respetar a los ciudadanos mexicanos.
En un mensaje contundente, la presidenta sentenció que actitudes racistas o clasistas no serán toleradas en México. Esta declaración llega tras un incidente en Sinaloa, donde un estadounidense impidió que un trabajador comiera en la acera frente a su casa, lo que desató una protesta local. Sheinbaum dejó claro que el respeto mutuo es una condición innegociable para quienes eligen vivir en el país.
El contexto de estas declaraciones está marcado por la preocupación en México ante las políticas migratorias de Trump. Los mexicanos representan casi la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, y sus remesas, que alcanzaron un récord de 65 mil millones de dólares en 2024, equivalen al 4% del PIB nacional. La posibilidad de deportaciones masivas pone en riesgo esta fuente crucial de ingresos.
Sheinbaum también anunció que presentará un informe del Latino Donor Collaborative, que estima que los mexicanos en Estados Unidos, tanto migrantes como ciudadanos, aportan 2.06 billones de dólares a la economía estadounidense, equivalente al 10% de su PIB. Con este dato, la presidenta busca resaltar la importancia de los migrantes mexicanos y cuestionar las políticas migratorias de la administración Trump.
Las palabras de Sheinbaum reflejan un intento por equilibrar la defensa de los mexicanos en el exterior con la gestión de los retos migratorios internos. Mientras el gobierno de Morena enfrenta críticas por su manejo de la seguridad y la economía, la presidenta utiliza el tema migratorio para proyectar una imagen de fortaleza y soberanía. Sin embargo, sus declaraciones podrían avivar las tensiones con Estados Unidos en un momento crítico.
El debate sobre la migración bidireccional entre México y Estados Unidos apenas comienza. Las afirmaciones de Sheinbaum han puesto el foco en un tema que, aunque poco discutido, revela las contradicciones de ambos países en materia migratoria. La pregunta ahora es cómo responderá México a las crecientes demandas internas y externas mientras mantiene su postura de hospitalidad hacia los extranjeros.

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Sheinbaum expone la hipocresía migratoria: estadounidenses sin documentos en México
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