La Reserva Federal de Estados Unidos ha tomado una decisión que está dando de qué hablar en el mundo financiero: ha retirado las directrices que orientaban a los bancos sobre cómo manejar actividades relacionadas con criptomonedas. Esta medida, anunciada el jueves, busca fomentar la innovación, pero ha generado preocupación por la falta de claridad regulatoria.
Desde 2022, los bancos estatales debían notificar a la Fed antes de involucrarse en actividades con criptoactivos. Esa guía, diseñada para mitigar riesgos en un sector en rápido crecimiento, ya no existe. Ahora, las instituciones financieras serán supervisadas bajo procesos habituales, sin requisitos previos específicos para operar con criptomonedas.
La Fed también eliminó una directriz de 2023 que exigía a los bancos demostrar controles adecuados para emitir o transaccionar con tokens de dólares, como las stablecoins. Este proceso, conocido como “no objeción”, garantizaba que las operaciones fueran seguras. Su desaparición plantea preguntas sobre cómo se gestionarán los riesgos en el futuro.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, había señalado en febrero que no se opondrían a que los bancos trabajaran con clientes de criptomonedas, siempre que entendieran los riesgos. Sus palabras reflejan un cambio de enfoque: menos restricciones para los bancos, pero mayor responsabilidad en la gestión de un sector volátil.
Junto con la Fed, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos y la Oficina del Contralor de la Moneda también retiraron declaraciones conjuntas de 2023 sobre los riesgos de liquidez en actividades con criptomonedas. Este movimiento conjunto sugiere un esfuerzo por alinear a las principales agencias reguladoras en un enfoque más flexible.
Sin embargo, la falta de un marco legal claro por parte del Congreso estadounidense genera incertidumbre. Los bancos ahora operan en un entorno con menos intervención directa, pero también con menos orientación. Algunos analistas advierten que esto podría llevar a una supervisión inconsistente, mientras otros ven una oportunidad para que las instituciones exploren nuevos modelos de negocio.
El sector cripto, que ha crecido exponencialmente en los últimos años, representa tanto una promesa como un desafío. La eliminación de estas guías podría acelerar la integración de los bancos en el ecosistema de activos digitales, pero también aumenta el riesgo de errores en un mercado conocido por su volatilidad.
Para los inversionistas y clientes, este cambio plantea preguntas sobre la seguridad de sus activos. Sin directrices claras, los bancos deberán establecer sus propios estándares, lo que podría generar disparidades en la calidad de los servicios ofrecidos.
Mientras tanto, el debate sobre la regulación de las criptomonedas en Estados Unidos sigue abierto. La decisión de la Fed marca un punto de inflexión, pero la ausencia de una legislación definitiva deja al sector financiero en un terreno incierto, donde la innovación y el riesgo van de la mano.
Este giro regulatorio podría tener implicaciones globales, ya que Estados Unidos es un referente en el sistema financiero. Los ojos del mundo están puestos en cómo evolucionará esta nueva etapa para los bancos y las criptomonedas.

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La Fed da un giro inesperado y elimina guías sobre criptomonedas, dejando a los bancos en la incertidumbre
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