La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México será el escenario de una ceremonia solemne este sábado 26 de abril a las 12:00 horas, cuando se celebre la misa exequial en memoria del Papa Francisco, fallecido el pasado lunes 21 de abril a los 88 años. Este acto litúrgico, convocado por la Arquidiócesis Primada de México, busca honrar la vida y el legado del primer pontífice latinoamericano.
La ceremonia estará presidida por el obispo auxiliar Francisco Javier Acero Pérez, quien guiará a los fieles en una Eucaristía cargada de simbolismo. Se ha pedido a los asistentes llevar una vela, que será utilizada como un signo de fe y esperanza durante el evento. La misa coincidirá con el funeral oficial del Papa en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, a las 10:00 horas, hora de Roma.
Jorge Mario Bergoglio, conocido como Papa Francisco, dejó una huella imborrable en la Iglesia Católica y en el mundo. Durante su pontificado de más de 12 años, promovió un mensaje de humildad, misericordia y cercanía con los más necesitados. Su devoción a la Virgen de Guadalupe y su histórica visita a México en 2016 resonaron profundamente entre los mexicanos.
En la Ciudad de México, las campanas de la Catedral Metropolitana repicaron 88 veces la madrugada del 21 de abril, marcando el inicio del duelo por la muerte del pontífice. Este gesto, que simboliza la edad del Papa al fallecer, se replicó en templos de todo el país, reflejando el impacto de su partida en la comunidad católica mexicana.
Además de la misa exequial, la Arquidiócesis ha organizado un novenario de misas en diferentes zonas pastorales de la capital, que comenzará el 27 de abril y concluirá el 5 de mayo. Estas ceremonias buscan mantener vivo el legado de Francisco, recordado por su compromiso con la justicia social y el cuidado del medio ambiente.
La visita del Papa a México en 2016 sigue fresca en la memoria de muchos. Desde su misa multitudinaria en Ecatepec hasta su encuentro con indígenas en Chiapas, Francisco abordó temas como la pobreza, la violencia y la migración, dejando un mensaje de esperanza y unidad que aún resuena en el país.
El fallecimiento del Papa Francisco, tras complicaciones de salud que incluyeron un derrame cerebral, ha movilizado a fieles y líderes religiosos en todo el mundo. En México, la Catedral Metropolitana se convertirá en un espacio de reflexión y oración, donde los creyentes podrán despedir a un líder que marcó una era.
Mientras el Vaticano se prepara para el cónclave que elegirá al próximo Papa, los mexicanos se unen en oración, agradeciendo la vida de un pontífice que, con su sencillez y humanidad, tocó los corazones de millones. La misa exequial será un momento para recordar su legado y renovar la fe en un futuro de fraternidad.