Hirving Chucky Lozano, estrella del fútbol mexicano y jugador del San Diego FC, atraviesa un momento de controversia fuera de las canchas. Su hermano menor, Bryan Lozano, rompió el silencio sobre la relación rota entre el futbolista y su familia, un tema que ha sorprendido a los aficionados.
En una entrevista reciente, Bryan Lozano confesó que no tiene contacto con Chucky desde hace tres años. La última vez que intercambiaron palabras fue meses antes del Mundial de Qatar 2022, cuando sostuvieron una breve conversación por mensajes. Desde entonces, el silencio ha sido total.
El distanciamiento no solo afecta a Bryan, sino también a sus padres y sus otros tres hermanos. Según Bryan, Hirving decidió cortar toda comunicación con ellos, una decisión que la familia aún no comprende del todo. No se revelaron los motivos exactos de esta ruptura, pero el impacto emocional es evidente.
Bryan expresó que, aunque desconocen las razones detrás de la actitud de Chucky, han optado por seguir adelante. La familia se entera de los logros y movimientos de Hirving únicamente a través de las noticias, como cualquier otro seguidor del fútbol.
A pesar de su exitosa carrera, que incluye un gol histórico contra Alemania en el Mundial de Rusia 2018 y títulos en Europa con el PSV Eindhoven y el Napoli, Chucky parece haber priorizado su vida personal con su esposa, Ana Obregón, y sus hijos. La pareja, que comenzó su relación en 2012, ha sido un pilar constante en la vida del futbolista.
Por su parte, Bryan Lozano ha intentado forjar su propio camino en el fútbol, aunque sin el mismo éxito que su hermano. Ha pasado por equipos en México, Costa Rica y tuvo una breve oportunidad en Turquía, pero actualmente se encuentra sin club, lo que añade un matiz de contraste a la situación familiar.
El Chucky, ahora en la MLS con el San Diego FC, ha brillado en su temporada debut, marcando goles y dando asistencias. Sin embargo, este escándalo familiar pone en entredicho la imagen de unidad que muchos esperaban de un ídolo deportivo.
La historia de los Lozano refleja cómo el éxito profesional no siempre va de la mano con la armonía personal. Mientras Chucky sigue triunfando en el campo, su familia enfrenta el peso de una relación fracturada, dejando a los seguidores con más preguntas que respuestas.