Un nuevo capítulo de controversia sacude a la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex). La sucesión para elegir al próximo rector o rectora ha desatado una tormenta política, con legisladores locales metiendo las manos en el proceso. Todo comenzó con la filtración de un audio atribuido al actual rector, Carlos Eduardo Barrera Díaz, que ha encendido las alarmas sobre posibles maniobras para influir en la elección.
El audio, difundido en un programa radiofónico, presuntamente muestra a Barrera Díaz hablando de los recursos de la universidad y mencionando a las candidatas a la rectoría. Esto ha generado indignación entre la comunidad universitaria y ha puesto en duda la transparencia del proceso. Dos de las cuatro aspirantes han exigido la renuncia del rector y una auditoría inmediata para garantizar la legalidad de la elección.
El diputado Octavio Martínez, del partido Morena, fue quien presentó el audio ante el Pleno del Congreso del Estado de México. Martínez no solo pidió la dimisión de Barrera Díaz, sino que también exhortó al Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) a iniciar auditorías al cierre de su gestión. La acusación es grave: el rector estaría intentando manipular el proceso para favorecer a una candidata específica.
La comunidad universitaria está en vilo. La UAEMex, una de las instituciones educativas más importantes del país, atiende a casi 100 mil estudiantes. Un proceso de sucesión cuestionado podría afectar no solo la credibilidad de la universidad, sino también su estabilidad académica y administrativa. Las protestas no se han hecho esperar, con estudiantes y académicos exigiendo claridad y respeto a la autonomía universitaria.
Entre las candidatas, Eréndira Fierro ha tomado distancia del escándalo. En un comunicado, se deslindó de cualquier any suggestion of being Barrera Díaz’s favored candidate, calling the audio a fabricated attempt to sabotage her campaign. She described the situation as an attack on a historic process, as this election could see the first woman rector in UAEMex’s history.
The other candidates have also voiced concerns, with some calling for the election to be postponed until a full investigation is conducted. The lack of clarity has fueled speculation about political interests behind the scenes, with some accusing local Morena leaders of trying to control the university’s direction for their own gain.
The controversy comes at a critical time for the UAEMex, which has recently made headlines for reducing tuition fees and expanding its reach to new municipalities. These achievements are now overshadowed by the scandal, which threatens to undermine the university’s reputation. The rector’s office has yet to issue an official response to the allegations, leaving the public in suspense.
As the election date approaches, the pressure is mounting. Will the UAEMex manage to navigate this crisis and ensure a fair process, or will political interference tarnish one of Mexico’s most prestigious institutions? For now, the university community waits anxiously, hoping for answers and accountability.