En un operativo que sacude a Jalisco, autoridades aseguraron dos ranchos y una bodega vinculados al crimen organizado en el municipio de Teocaltiche. El descubrimiento pone en evidencia la magnitud de las operaciones ilícitas que operan a la sombra, mientras la violencia en la región no da tregua.
La madrugada del jueves, elementos de la Policía Regional, integrados en la Fuerza Interinstitucional Regional, se enfrentaron a civiles armados en la carretera Villa Hidalgo-Teocaltiche. Tras repeler la agresión, los agentes descubrieron un rancho que funcionaba como centro de operaciones delictivas, equipado con un sofisticado sistema de videovigilancia.
En el mismo municipio, otra inspección llevó al aseguramiento de una bodega utilizada para almacenar armamento y autopartes robadas. Este segundo hallazgo refuerza la idea de que el crimen organizado opera con una infraestructura compleja, diseñada para evadir a las autoridades.
Lo más alarmante es que uno de los ranchos contaba con su propio centro de monitoreo, con cámaras estratégicamente instaladas para vigilar los alrededores. Esto demuestra el nivel de organización y recursos con los que cuentan estos grupos, que parecen actuar con impunidad.
A pesar de la gravedad de los hechos, los agresores lograron escapar, dejando tras de sí un rastro de evidencia que ahora está bajo investigación. Las autoridades no han revelado si hay detenidos o qué grupos criminales podrían estar detrás de estas operaciones.
El aseguramiento de estos sitios ocurre en un contexto de creciente violencia en Jalisco, donde los enfrentamientos entre grupos delictivos y fuerzas de seguridad son cada vez más frecuentes. La presencia de estos “narcoranchos” solo agrava la percepción de inseguridad en la región.
Este operativo pone bajo la lupa la efectividad de las estrategias de seguridad en el estado. Mientras el crimen organizado parece fortalecerse, la ciudadanía se pregunta cuánto tiempo más seguirá esta escalada de violencia sin una respuesta contundente.
Los decomisos de este tipo son un golpe a las estructuras criminales, pero también un recordatorio de los retos que enfrenta México en materia de seguridad. La impunidad y la falta de acción decidida siguen siendo el talón de Aquiles en la lucha contra el narco.
Jalisco, uno de los estados más golpeados por la violencia, vuelve a ser el centro de atención por estos hallazgos. La pregunta que queda en el aire es si este operativo será un punto de inflexión o solo un capítulo más en una crisis que parece no tener fin.