El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, salió al paso de los rumores que apuntaban a un posible traslado de la producción de Hyundai de México a Estados Unidos. En un mensaje claro, el funcionario confirmó que la automotriz surcoreana mantendrá sus operaciones en Monterrey, Nuevo León, desmintiendo especulaciones que generaron incertidumbre en el sector industrial.
La noticia llega en un contexto de tensiones comerciales, con los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump como telón de fondo. Según Ebrard, Hyundai no solo seguirá fabricando en México, sino que redirigirá la producción de su popular modelo Tucson hacia mercados con tratados de libre comercio, una estrategia que busca esquivar los impuestos estadounidenses.
Carlos Carrasco, director jurídico y de relaciones con el gobierno de Hyundai, fue quien confirmó la decisión a Ebrard. Este anuncio pone fin a las versiones que circularon tras un reporte del New York Post, el cual sugería que la empresa trasladaría parte de su producción de Tucson a su planta en Alabama, Estados Unidos.
La planta de Hyundai en Pesquería, Nuevo León, seguirá siendo un pilar clave para la compañía. Desde marzo de 2024, esta instalación ha producido la camioneta Tucson, con un total de 16,756 unidades fabricadas el año pasado, según datos del Inegi. La decisión de la automotriz refuerza la importancia de México como un centro estratégico para la industria automotriz global.
Ebrard destacó que ningún proyecto industrial se ha cancelado en México, a pesar de las presiones comerciales externas. En un tono optimista, el secretario subrayó que la permanencia de Hyundai es una buena noticia para la economía nacional y para los trabajadores de Nuevo León, donde la empresa genera miles de empleos directos e indirectos.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha enfrentado críticas por su manejo de la relación comercial con Estados Unidos, especialmente tras las amenazas de Trump de imponer aranceles del 25% a productos mexicanos. La confirmación de Hyundai podría interpretarse como un intento de la administración morenista de mostrar resultados en un momento de incertidumbre económica.
Por su parte, Hyundai anunció la creación de un grupo de trabajo para responder a los aranceles estadounidenses, lo que indica que la empresa está evaluando ajustes en su estrategia global. Sin embargo, la automotriz dejó claro que México seguirá jugando un papel central en sus planes de producción, al menos por ahora.
La noticia también contrasta con las decisiones de otras automotrices, como Stellantis, que anunció una pausa temporal en sus operaciones en México debido a los mismos aranceles. Esto pone en evidencia los retos que enfrenta el sector automotriz mexicano, que debe navegar un entorno comercial cada vez más complejo.
A pesar de los desafíos, la permanencia de Hyundai en Monterrey es un voto de confianza para México. La industria automotriz sigue siendo uno de los motores económicos del país, y la decisión de la empresa surcoreana podría tener un efecto positivo en la atracción de nuevas inversiones al país.
Mientras tanto, Ebrard continúa negociando en Washington para mitigar el impacto de los aranceles en la industria mexicana. La resolución de este tema será clave para determinar el futuro de otras empresas que, como Hyundai, buscan mantener su competitividad en un mercado global cada vez más proteccionista.

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¡Hyundai no se va! Ebrard asegura que la producción sigue en México pese a rumores
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