Un juez federal otorgó una suspensión provisional que frena la captura de Diego Jiménez Labora, fundador de Grupo ECO, organizador del Festival Axe Ceremonia. Este evento, realizado en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México, terminó en tragedia el pasado 5 de abril, cuando una estructura metálica colapsó, causando la muerte de dos fotoperiodistas, Berenice Giles y Miguel Ángel Hernández. La decisión judicial ha desatado controversia y críticas en redes sociales, donde muchos cuestionan si se está encubriendo a los responsables.
El accidente ocurrió en medio de un festival que prometía ser un escaparate de música y cultura. Sin embargo, el colapso de la estructura decorativa, provocado por fuertes vientos según reportes, dejó un saldo irreparable. Los fotógrafos, quienes cubrían el evento para el medio Mr Indie, quedaron atrapados bajo los escombros, perdiendo la vida en el acto. Este suceso no solo enlutó a sus familias y colegas, sino que puso en el ojo del huracán la organización del evento.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México abrió una carpeta de investigación para esclarecer las responsabilidades. Cuatro empresas, incluida una encargada del plan de protección civil, están bajo la lupa. Sin embargo, la suspensión otorgada a Jiménez Labora ha generado indignación, pues muchos consideran que podría retrasar o incluso obstaculizar el proceso de justicia para las víctimas.
Diego Jiménez, quien cerró su cuenta de Instagram tras el incidente, ha evitado pronunciarse públicamente. Su silencio, sumado a la protección judicial, ha alimentado las especulaciones sobre posibles influencias o manejos turbios detrás del caso. En redes sociales, usuarios han señalado que la tragedia refleja una falta de supervisión y medidas de seguridad adecuadas en eventos masivos.
El Festival Axe Ceremonia, que este año celebraba su edición número 11, tuvo que suspender su segundo día de actividades por orden de las autoridades. Artistas como Charli XCX y Ed Maverick expresaron su dolor por la pérdida de los fotógrafos, mientras que bandas como The Marías cancelaron su participación en solidaridad. La tragedia marcó un antes y un después en la percepción de este evento, que alguna vez fue sinónimo de diversión y creatividad.
El Parque Bicentenario, donde ocurrió el accidente, también está bajo escrutinio. La concesión del lugar, gestionada por Operadora de Proyectos de Entretenimiento NLP, está siendo revisada por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales. Este organismo busca determinar si hubo irregularidades en la renta de las instalaciones a Grupo ECO, la empresa de Jiménez Labora.
La comunidad periodística, por su parte, ha alzado la voz exigiendo mejores condiciones laborales. Los fotógrafos fallecidos, ambos egresados de la FES Aragón, eran profesionales apasionados que buscaban capturar momentos únicos. Su muerte ha reavivado el debate sobre los riesgos que enfrentan los reporteros gráficos en eventos masivos, donde las medidas de seguridad suelen ser insuficientes.
Mientras la investigación continúa, el caso de Diego Jiménez y el Festival Axe Ceremonia sigue generando preguntas sin respuesta. La suspensión judicial, que impide su detención por ahora, ha dejado un sabor amargo entre quienes exigen justicia. La tragedia no solo expuso fallas en la organización de eventos, sino también la fragilidad de un sistema que, para muchos, parece proteger a los poderosos antes que a las víctimas.

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Juez protege a empresario tras tragedia en Axe Ceremonia: ¿justicia o impunidad?
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