El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistirá al funeral del Papa Francisco en Roma, pero su visita no será solo un acto de protocolo. Según fuentes cercanas, Trump planea aprovechar la presencia de líderes internacionales para sostener reuniones bilaterales enfocadas en temas comerciales. Este movimiento ha generado revuelo, ya que combina un evento de luto global con negociaciones políticas y económicas.
El funeral del Papa Francisco, previsto para los próximos días, reunirá a jefes de Estado, primeros ministros y otras figuras de alto perfil. Trump, conocido por su estilo directo, ve esta ocasión como una oportunidad para avanzar en su agenda comercial. Entre los temas que busca abordar están los aranceles recíprocos y las políticas para fortalecer la economía estadounidense frente a competidores como China.
La relación entre Trump y el Papa Francisco no siempre fue cordial. Durante su primer mandato, ambos intercambiaron críticas públicas. Francisco cuestionó las políticas migratorias de Trump, mientras que el presidente estadounidense calificó algunas posturas del pontífice como “demasiado progresistas”. A pesar de esto, Trump ha expresado respeto por la figura del Papa y confirmó su asistencia al funeral.
Las reuniones comerciales planeadas por Trump no tienen un itinerario público detallado. Sin embargo, se espera que incluyan discusiones con líderes de la Unión Europea y Canadá, aliados clave en el comercio global. Estos encuentros podrían centrarse en renegociar acuerdos existentes o establecer nuevas reglas para el intercambio de bienes y servicios.
El contexto económico global agrega relevancia a las intenciones de Trump. La reciente imposición de aranceles por parte de Estados Unidos ha generado tensiones con países como China, que respondió con medidas similares. México y Canadá, aunque parcialmente exentos de estas políticas, también buscan claridad sobre el futuro de sus relaciones comerciales con Washington.
La decisión de Trump de combinar un evento solemne con negociaciones ha generado opiniones divididas. Mientras algunos analistas lo ven como una estrategia pragmática, otros consideran que podría percibirse como una falta de respeto hacia la memoria del Papa Francisco. El Vaticano, hasta ahora, no ha emitido comentarios sobre los planes del presidente estadounidense.
El funeral del Papa Francisco será un momento de reflexión para millones de católicos en todo el mundo. La presencia de Trump, junto con otros líderes, subraya la importancia diplomática del evento. Sin embargo, su enfoque en el comercio podría desviar la atención de la solemnidad del acto, según algunos observadores.
Este viaje también marca una de las primeras salidas internacionales de Trump en su segundo mandato. Su administración ha prometido priorizar los intereses económicos de Estados Unidos, y Roma parece ser el escenario elegido para enviar ese mensaje al mundo. Las próximas semanas revelarán si estas reuniones logran los objetivos de Trump o si, por el contrario, generan más fricciones en el ámbito global.