La Línea 1 del Metro de la Ciudad de México, una de las más importantes y transitadas, continúa siendo un dolor de cabeza para miles de usuarios. A más de tres años del inicio de su remodelación, en julio de 2022, aún faltan tres estaciones por reabrir para que la línea opere en su totalidad. La modernización, prometida como una solución para mejorar el servicio, ha dejado a los capitalinos enfrentando retrasos, rutas alternas y un sistema de transporte que no termina de cumplir.
El pasado 23 de abril de 2025, las autoridades capitalinas, encabezadas por Clara Brugada, jefa de Gobierno de la CDMX, celebraron la reapertura de cuatro estaciones: Cuauhtémoc, Insurgentes, Sevilla y Chapultepec. Con esto, la Línea 1 ahora opera desde Pantitlán hasta Chapultepec, cubriendo 17 de sus 20 estaciones. Sin embargo, la alegría de los usuarios es parcial, pues las estaciones Juanacatlán, Tacubaya y Observatorio siguen cerradas, obligando a los pasajeros a depender de servicios alternos como los autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP).
La remodelación de la Línea 1 ha sido un proyecto ambicioso, pero también plagado de retrasos. Desde su inicio, los trabajos han enfrentado críticas por la falta de claridad en los plazos y la incomodidad que han generado para los usuarios. La línea, que antes de la pandemia transportaba hasta 750 mil pasajeros diarios, es clave para conectar el Estado de México con el centro de la capital, por lo que su cierre parcial ha complicado la movilidad de miles de personas.
Clara Brugada ha anunciado que las estaciones Juanacatlán y Tacubaya podrían reabrir en junio de 2025, pero la fecha para Observatorio sigue siendo incierta. Esta última estación es especialmente importante, ya que será la terminal del Tren Interurbano México-Toluca, un proyecto de movilidad que busca conectar ambos estados. Sin embargo, la falta de coordinación entre las obras del Metro y el tren ha generado más demoras, dejando a los usuarios sin respuestas claras.
La modernización de la Línea 1 incluye mejoras como la renovación de vías, la incorporación de 35 trenes (20 de ellos nuevos) y un sistema de pilotaje automático basado en comunicaciones (CBTC). Según las autoridades, estas mejoras pondrán al Metro de la CDMX al nivel de sistemas como los de París o Nueva York. Sin embargo, los beneficios prometidos aún no son una realidad para los usuarios, quienes enfrentan diariamente aglomeraciones y tiempos de espera prolongados.
El proceso de certificación internacional, a cargo de la empresa SGS, ha sido otro factor que ha retrasado la reapertura total. Este procedimiento incluye pruebas exhaustivas para garantizar la seguridad del sistema, como la operación simultánea de 24 trenes. Aunque las autoridades aseguran que estas medidas son necesarias, los usuarios cuestionan por qué los plazos se han extendido tanto, afectando su rutina diaria.
La jefa de Gobierno ha prometido que la Línea 1 estará completamente operativa a mediados de 2025, con una posible extensión hasta agosto o septiembre para la estación Observatorio. Sin embargo, estas fechas han generado escepticismo, ya que anuncios previos de reaperturas han sido pospuestos en múltiples ocasiones. La ciudadanía exige resultados concretos y un transporte público eficiente, algo que, por ahora, sigue siendo una promesa.
Mientras tanto, los servicios de apoyo como los autobuses RTP intentan mitigar el impacto, pero no son suficientes para cubrir la demanda. La Línea 1, conocida como la “línea rosa”, sigue siendo un símbolo de las dificultades que enfrenta el sistema de transporte en la capital. Los usuarios, cansados de las promesas, esperan que 2025 sea finalmente el año en que puedan viajar sin interrupciones desde Pantitlán hasta Observatorio.

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La Línea 1 del Metro CDMX sigue sin operar al 100%: ¿Cuándo terminará el calvario para los usuarios?
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