Una enorme fuga de agua en el Ramal Teoloyucan, en Cuautitlán, Estado de México, ha desatado una crisis en el suministro de agua potable que afecta a miles de habitantes. La falla, detectada este 24 de abril de 2025, expone nuevamente la ineficiencia en la gestión de recursos hídricos por parte del gobierno municipal encabezado por Morena.
El incidente ocurrió en una línea de 60 pulgadas operada por el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México. La ruptura ha provocado una reducción de al menos el 50 por ciento en el suministro de agua, afectando principalmente a los tanques Chalmita, que distribuyen el recurso a varias zonas del municipio.
Las autoridades municipales han informado que las labores de reparación ya están en marcha. Sin embargo, la falta de mantenimiento preventivo en la infraestructura hidráulica ha sido señalada como una de las causas principales de este problema, que no es nuevo en la región.
La reducción en el suministro comenzó este jueves y se espera que se prolongue hasta el fin de semana. Los habitantes de Cuautitlán enfrentan ahora la incertidumbre de no saber cuándo se restablecerá por completo el servicio, mientras las autoridades prometen soluciones rápidas.
El gobierno municipal ha puesto a disposición pipas de agua gratuitas para mitigar el impacto. Los ciudadanos pueden solicitar este servicio a través de la Línea H2O, aunque la logística para cubrir la demanda sigue siendo un desafío en un municipio con alta densidad poblacional.
La crisis hídrica en Cuautitlán se suma a los problemas recurrentes en el Estado de México, donde el Sistema Cutzamala opera con niveles críticos debido a la sequía y la falta de lluvias. Esta situación agrava las dificultades para garantizar el abasto de agua en la región.
La falta de una estrategia clara para modernizar la red hidráulica ha sido una constante en la administración local. Vecinos han expresado su frustración en redes sociales, denunciando que las fugas de agua son un problema recurrente que no ha sido atendido con seriedad.
Mientras las autoridades trabajan en la reparación, la población debe adaptarse a esta nueva interrupción en el servicio. La promesa de normalizar el suministro para el viernes por la tarde suena optimista, pero la desconfianza hacia la gestión municipal crece entre los afectados.
Este incidente pone en evidencia las carencias en la planeación y ejecución de políticas públicas en Cuautitlán. La ciudadanía espera no solo soluciones inmediatas, sino un compromiso real para evitar que estas crisis se repitan en el futuro.