En la Ciudad de México, una norma de tránsito está generando controversia entre los automovilistas. Llevar a menores de edad en el asiento delantero de un vehículo puede resultar en una sanción económica significativa. La medida, establecida en el Reglamento de Tránsito, busca garantizar la seguridad de los niños, pero muchos conductores desconocen los detalles y las consecuencias.
El Reglamento de Tránsito de la CDMX prohíbe que los menores de 12 años o aquellos que midan menos de 1.45 metros viajen en el asiento delantero. La norma establece que deben ocupar los asientos traseros, utilizando un sistema de retención infantil o un asiento elevador. Estos dispositivos deben cumplir con certificaciones de seguridad y estar correctamente instalados.
La razón detrás de esta regulación es clara. Los niños en el asiento delantero corren mayor riesgo en caso de accidente. Los cinturones de seguridad no están diseñados para su estatura, y las bolsas de aire pueden causar lesiones graves. Según expertos, un menor mal asegurado podría sufrir daños severos, incluso fatales, en un choque.
Si un conductor es sorprendido infringiendo esta norma, la multa puede ser costosa. En 2025, la sanción económica oscila entre 565.7 y 1,131.4 pesos, dependiendo de la Unidad de Medida y Actualización vigente. Además, se suma un punto de penalización en la licencia de conducir y otro en la matrícula del vehículo.
El proceso para pagar la multa es sencillo pero requiere atención. Los conductores deben ingresar al portal de Consulta Ciudadana de la CDMX, introducir la placa del vehículo y generar una línea de captura. El pago puede realizarse en línea o en las oficinas de la Secretaría de Finanzas, así como en centros autorizados.
En algunos casos, las autoridades pueden retener la placa delantera del vehículo, la licencia de conducir o la tarjeta de circulación si la multa no se paga en el momento. Para recuperar estos documentos, es necesario acreditar el pago correspondiente en las oficinas de Seguridad Ciudadana.
Hay excepciones a la regla. Si el vehículo no cuenta con asientos traseros o espacio suficiente, los menores pueden viajar adelante, siempre que se utilice un sistema de retención adecuado y se desactive la bolsa de aire del copiloto. Sin embargo, estas situaciones son poco comunes.
La Secretaría de Salud ha advertido que los niños que viajan sin las medidas de seguridad adecuadas tienen hasta cinco veces más riesgo de sufrir lesiones mortales. Los menores, por su naturaleza inquieta, también pueden distraer al conductor, aumentando la probabilidad de un accidente.
Muchos automovilistas consideran que estas sanciones son excesivas, especialmente en un contexto económico complicado. Sin embargo, las autoridades defienden la medida como una forma de proteger a los más vulnerables en las vialidades de la capital.
La recomendación es simple: asegúrate de que los menores viajen en los asientos traseros con los dispositivos de seguridad correspondientes. Conocer y respetar el reglamento puede ahorrarte un gasto inesperado y, lo más importante, garantizar la seguridad de tus pasajeros.

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Nueva multa en CDMX por llevar niños en el asiento delantero: te decimos cuánto pagarás
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