En un operativo que ha generado controversia, elementos de la Guardia Estatal retuvieron al delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social en Tamaulipas, José Luis Aranza Aguilar, en Ciudad Victoria. La acción ocurrió el martes 22 de abril, cuando el vehículo en el que viajaba el funcionario fue señalado por coincidir con un reporte de robo.
La detención se llevó a cabo alrededor de las 11:50 horas en la avenida Francisco I. Madero, una de las zonas más transitadas de la capital tamaulipeca. Según la Vocería de Seguridad de Tamaulipas, los agentes identificaron una camioneta RAM blanca con placas del Estado de México, que coincidía con las características de un vehículo reportado a través del sistema C4.
Durante la inspección, Aranza Aguilar y su acompañante, Jesús Adrián Sánchez Maldonado, fueron sometidos por los elementos estatales. Imágenes y videos que circularon en redes sociales muestran al delegado esposado y colocado contra el vehículo, lo que desató especulaciones sobre los motivos de la retención.
Versiones iniciales de medios locales señalaron que el funcionario portaba un arma de fuego y aproximadamente tres millones de pesos en efectivo. Estas afirmaciones, provenientes de reportes preliminares de la Guardia Estatal, provocaron un revuelo en la opinión pública y críticas hacia la gestión del delegado.
Sin embargo, tanto el gobierno de Tamaulipas como el IMSS desmintieron estas acusaciones horas después. En un comunicado, la Vocería de Seguridad aseguró que no se encontró ningún indicio de delito durante la revisión del vehículo, y los tripulantes fueron liberados tras verificar sus identidades y el número de serie del automóvil.
El IMSS, por su parte, defendió la trayectoria de Aranza Aguilar, destacando que ha actuado con probidad en su cargo. La institución señaló que no existen elementos que sugieran la posesión de armas o dinero ilícito, calificando el incidente como una confusión.
A pesar de las aclaraciones oficiales, el comportamiento del delegado durante la inspección generó críticas. Según reportes, Aranza Aguilar habría actuado de manera prepotente, insultando a los agentes e incluso amenazándolos, lo que quedó documentado en el reporte policial.
La detención, aunque breve, ha levantado cuestionamientos sobre la transparencia en el manejo de funcionarios públicos en Tamaulipas. La rápida liberación del delegado y las contradicciones entre los reportes iniciales y las versiones oficiales han alimentado la desconfianza en las redes sociales.
Este incidente se suma a las tensiones en el estado, donde la seguridad sigue siendo un tema sensible. La retención de un alto funcionario federal en un contexto de vigilancia policial refleja los desafíos que enfrenta la administración pública en la entidad.
Mientras las autoridades insisten en que no hubo irregularidades, la polémica persiste. El caso de Aranza Aguilar pone en el reflector la necesidad de mayor claridad en los operativos de seguridad y el manejo de las figuras públicas en México.