En un operativo en Ensenada, Baja California, el Ejército Mexicano descubrió un cargamento de 427 kilogramos de metanfetamina ocultos en latas de mangos en almíbar. La droga, proveniente de Culiacán, Sinaloa, estaba destinada a cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
El hallazgo ocurrió durante una inspección rutinaria en un puesto de control. Los militares revisaron un camión que transportaba supuestas latas de fruta en conserva. Al abrirlas, encontraron la metanfetamina cuidadosamente empacada para pasar desapercibida.
El conductor del vehículo, cuya identidad no ha sido revelada, fue detenido en el acto. Las autoridades lo pusieron a disposición del Ministerio Público para enfrentar cargos por tráfico de drogas. La carga decomisada también quedó bajo resguardo federal.
Además de la metanfetamina, los elementos del Ejército encontraron siete bolsas con goma de opio en el mismo camión. Este descubrimiento agrava la situación, evidenciando la diversificación de las sustancias que los cárteles intentan mover.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana estima que el valor de la droga incautada supera los 135 millones de pesos en el mercado ilegal. Este decomiso representa un golpe significativo al crimen organizado, pero también un recordatorio de su persistencia.
Baja California sigue siendo un punto clave para el trasiego de narcóticos hacia Estados Unidos. Los cárteles han perfeccionado sus métodos, utilizando desde latas de comida hasta botellas de agua mineral para ocultar sus cargamentos.
En los últimos meses, las autoridades han reportado decomisos similares en la región. En febrero, por ejemplo, se incautaron más de cuatro toneladas de metanfetamina en Culiacán, lo que refleja la magnitud del problema.
Este operativo pone en evidencia la falta de control efectivo en las rutas de trasiego. Mientras los cárteles innovan, la inseguridad en el país no cede, dejando en claro que las estrategias actuales no son suficientes.
El decomiso en Ensenada es solo una muestra del desafío que enfrenta México en su lucha contra el narcotráfico. La violencia y la impunidad siguen siendo una constante en regiones clave como Baja California.