Un hombre de 70 años perdió la vida mientras combatía un devastador incendio forestal en la Sierra de Puruagua, en el municipio de Jerécuaro, Guanajuato. La víctima, identificada como Bulmaro, se unió de manera solidaria a las brigadas para apagar las llamas, pero no estaba registrado oficialmente como combatiente.
El incendio, que ha consumido vastas áreas de vegetación, comenzó hace varios días en esta región que forma parte del área natural protegida de la Sierra de los Agustinos. Las autoridades han reportado que el fuego ha sido difícil de controlar debido a la topografía accidentada y las condiciones climáticas.
Bulmaro, movido por el amor a su tierra, se sumó a los esfuerzos de las brigadas locales, integradas por bomberos, voluntarios, guardabosques y personal de Protección Civil. Sin embargo, durante las labores de contención, perdió la vida en circunstancias que aún no han sido detalladas por las autoridades.
La Secretaría de Seguridad y Paz de Guanajuato informó que se ha logrado un avance del 50% en el control del incendio y un 40% en su liquidación. A pesar de estos esfuerzos, el fuego sigue representando una amenaza para la flora y fauna de la región.
El caso de Bulmaro ha conmovido a la comunidad, que reconoce su valentía y compromiso con el medio ambiente. Vecinos y autoridades locales han destacado su entrega desinteresada, aunque lamentan que no contara con el respaldo oficial para enfrentar un siniestro de esta magnitud.
Este incendio se suma a otros registrados en Guanajuato en las últimas semanas, como el de la Sierra de los Agustinos, que afectó los municipios de Jerécuaro, Acámbaro y Tarimoro. Más de 100 personas, incluyendo voluntarios y elementos de la Guardia Nacional, han trabajado sin descanso para contener las llamas.
La pérdida de Bulmaro pone en evidencia los riesgos que enfrentan quienes combaten incendios forestales, especialmente en áreas donde los recursos y el apoyo institucional son limitados. Su muerte ha generado un llamado a mejorar las condiciones para los brigadistas y voluntarios.
Las autoridades han prometido seguir trabajando para sofocar el incendio y evitar más tragedias. Mientras tanto, la Sierra de Puruagua sigue bajo amenaza, y la comunidad de Jerécuaro llora la pérdida de un hombre que dio todo por proteger su entorno.