Un grupo de exfuncionarios de Estados Unidos, tanto republicanos como demócratas, ha encendido las alarmas sobre las acciones del presidente Donald Trump, acusándolo de abusar de su poder para vengarse de sus críticos. En una carta abierta firmada por cerca de 200 personas, incluyendo a Ty Cobb, exabogado de Trump, se denuncia que el mandatario está manipulando agencias federales para castigar a quienes se le oponen.
La carta señala dos memorandos ejecutivos emitidos por Trump a principios de abril, dirigidos específicamente contra Chris Krebs, exjefe de la Agencia de Ciberseguridad, y Miles Taylor, exjefe de personal del Departamento de Seguridad Nacional. Krebs fue sancionado por desmentir las afirmaciones de Trump sobre un supuesto fraude en las elecciones de 2020, mientras que Taylor fue castigado por publicar un libro crítico contra el presidente bajo seudónimo.
Los firmantes advierten que estas acciones representan una escalada peligrosa en el abuso del poder presidencial. Según ellos, Trump está atacando directamente la libertad de expresión de los exfuncionarios, utilizando su autoridad para silenciar voces disidentes. Este comportamiento, aseguran, es más propio de un líder déspota que de un presidente electo de una república constitucional.
La carta compara las tácticas de Trump con episodios oscuros de la historia estadounidense, como la infame lista de enemigos del expresidente Richard Nixon. Los exfuncionarios sostienen que el actual mandatario está rompiendo con la tradición de presidentes de ambos partidos, quienes evitaban cualquier apariencia de irregularidad o influencia indebida en las instituciones.
Además, los firmantes instan a Trump a revocar estas medidas, argumentando que sus acciones no solo amenazan la democracia, sino que socavan la confianza en las instituciones federales. La manipulación de agencias como el Departamento de Justicia para ejecutar venganzas personales es, según ellos, un paso claro hacia la autocracia.
Por su parte, Trump no parece retroceder. En su red social Truth Social, anunció recientemente que emitirá nuevas regulaciones para facilitar el despido de empleados gubernamentales de carrera que no promuevan los intereses de su administración o que, según él, incurran en conductas corruptas. Estas declaraciones han avivado aún más las preocupaciones sobre sus intenciones.
La carta también destaca que las acciones de Trump no son aisladas, sino parte de un patrón preocupante. Los exfuncionarios señalan que el presidente ha utilizado repetidamente su autoridad para castigar a quienes lo critican, lo que consideran una amenaza directa al sistema democrático de Estados Unidos.
Este pronunciamiento ha generado un intenso debate en el ámbito político y en los medios. Mientras algunos ven en la carta una advertencia legítima sobre el rumbo del país, otros consideran que los exfuncionarios exageran para desacreditar a Trump. Lo cierto es que la polarización en Estados Unidos sigue creciendo, y estas acusaciones no hacen más que profundizar la división.