El alcalde de Matamoros, José Alberto Granados Fávila, se encuentra en el centro de la controversia tras un incidente en el Puente Internacional de Brownsville, donde fue retenido por autoridades estadounidenses. Aunque el edil asegura que solo se trató de una revisión rutinaria, la revocación de su visa y las sospechas de nexos con el crimen organizado han desatado un torbellino de críticas.
Granados Fávila, militante de Morena, fue interceptado la noche del jueves por agentes del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Según reportes, las autoridades norteamericanas lo interrogaron y le impidieron el ingreso al país, cancelando su visa de inmediato. El alcalde insiste en que no fue detenido, sino que solo enfrentó un procedimiento administrativo.
Fuentes cercanas al caso señalan que el gobierno estadounidense llevaba meses investigando al presidente municipal. Las sospechas apuntan a posibles vínculos con el Cártel del Golfo, una de las organizaciones criminales más poderosas del noreste de México. Estas acusaciones han encendido las alarmas en Matamoros, una ciudad ya marcada por la violencia y la inseguridad.
El morenista ha salido a defenderse, argumentando que el incidente fue un malentendido. En declaraciones a medios locales, Granados Fávila afirmó que colaboró plenamente con las autoridades estadounidenses y que no hay pruebas en su contra. Sin embargo, su explicación no ha convencido a todos, y las redes sociales ya están inundadas de cuestionamientos.
Este no es el primer escándalo que sacude al gobierno de Granados Fávila. Desde que asumió la alcaldía en octubre de 2024, ha enfrentado señalamientos por la opacidad en su administración y la persistente inseguridad en Matamoros. La ciudad, clave en la frontera con Estados Unidos, sigue siendo un punto caliente para el crimen organizado.
La revocación de la visa del alcalde no solo lo deja inhabilitado para cruzar la frontera, Sino que también pone en entredicho su liderazgo. En un municipio donde la confianza en las autoridades ya es frágil, este episodio alimenta la percepción de que los políticos locales podrían estar comprometidos con intereses oscuros.
Mientras tanto, el gobierno municipal ha intentado minimizar el incidente. Funcionarios cercanos al alcalde han respaldado su versión, asegurando que se trata de una campaña de desprestigio contra Morena. Sin embargo, la falta de claridad sobre lo ocurrido en Brownsville solo ha avivado las especulaciones.
El caso de Granados Fávila se suma a una serie de controversias que han golpeado a Morena en los últimos meses. Con las elecciones de 2026 en el horizonte, este tipo de escándalos podrían costarle caro al partido en una región donde su imagen ya está desgastada por la inseguridad y la desconfianza ciudadana.
Por ahora, el alcalde sigue en funciones, pero la presión crece. La ciudadanía de Matamoros exige respuestas claras, mientras que las autoridades estadounidenses no han emitido comentarios adicionales. Lo cierto es que este incidente ha puesto a Granados Fávila bajo un escrutinio que difícilmente podrá eludir.
La situación en Matamoros refleja los desafíos que enfrentan muchos municipios fronterizos, atrapados entre la violencia del crimen organizado y la fragilidad de sus gobiernos locales. El futuro de Granados Fávila, y de su administración, pende de un hilo mientras la verdad sobre lo ocurrido en la frontera sigue sin esclarecerse.

Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.
Alcalde de Matamoros en el ojo del huracán tras incidente en la frontera con EE.UU.
Compartir: