El Real Madrid vivió una noche para el olvido en el Santiago Bernabéu. El equipo blanco cayó 2-1 ante el Arsenal, sellando su eliminación en los cuartos de final de la Champions League con un contundente 5-1 en el global. La derrota no solo dejó al vigente campeón europeo fuera de la competición, sino que ha desatado una ola de críticas hacia el técnico Carlo Ancelotti, cuyo futuro en el club ahora pende de un hilo.
El partido de vuelta era la gran oportunidad para remontar el 3-0 recibido en Londres, pero el Madrid no estuvo a la altura. A pesar de un gol de Vinícius Júnior que igualó momentáneamente el marcador, los errores defensivos y la falta de ideas tácticas fueron evidentes. El Arsenal, liderado por un inspirado Gabriel Martinelli, aprovechó cada oportunidad y sentenció el encuentro en el tiempo añadido, dejando en silencio a la afición merengue.
Ancelotti, visiblemente afectado, asumió la responsabilidad tras el partido. En conferencia de prensa, el italiano reconoció la superioridad del Arsenal y admitió que el equipo no mostró su mejor versión. Sus palabras, sin embargo, reflejaron incertidumbre: “No sé qué será de mi futuro y no quiero saberlo”. Con contrato hasta junio de 2026, el entrenador evitó especular sobre su continuidad, pero las dudas ya están sembradas.
La eliminación ha puesto el foco en las decisiones tácticas de Ancelotti. La ausencia de jugadores clave como Dani Ceballos y Luka Modric en el once inicial sorprendió a muchos. El planteamiento, centrado en centros laterales y un mediocampo con mucho músculo pero poca creatividad, no logró romper la sólida defensa del Arsenal. Las críticas no se hicieron esperar, con medios como Marca señalando que el equipo jugó “sin ideas” y “sin identidad”.
Kylian Mbappé, la gran apuesta del Madrid para esta temporada, también está en el ojo del huracán. El francés, quien abandonó el campo por una lesión en el tobillo, no ha rendido al nivel esperado desde su llegada. Su falta de contundencia en momentos clave, sumada a la salida de figuras como Toni Kroos, ha dejado al equipo sin el brillo que lo llevó a conquistar la Champions en 2024.
A pesar del duro golpe, Ancelotti intentó mirar hacia adelante. El Madrid aún pelea por LaLiga, donde está a cuatro puntos del Barcelona, y enfrentará al conjunto culé en la final de la Copa del Rey el 26 de abril. Además, el Mundial de Clubes en junio ofrece una última oportunidad de redención. Sin embargo, el italiano sabe que en un club como el Madrid, los resultados mandan, y la paciencia de la directiva podría agotarse.
Las especulaciones sobre posibles reemplazos ya circulan. Nombres como Xabi Alonso, actual entrenador del Bayer Leverkusen, y Jürgen Klopp han sido mencionados como candidatos para tomar las riendas del banquillo merengue. Incluso se habla de un interés renovado de la selección brasileña, que busca a Ancelotti para liderar a la Canarinha en las eliminatorias mundialistas.
Thibaut Courtois, uno de los pocos que dio la cara tras la derrota, defendió al entrenador. El portero belga aseguró que no hay problemas con Ancelotti y que la responsabilidad recae en los jugadores. Sin embargo, sus palabras no logran calmar el ambiente de tensión que se vive en Valdebebas, donde la eliminación ha sido un auténtico terremoto.
La temporada no ha terminado, pero el panorama es complicado. El Real Madrid, acostumbrado a las remontadas épicas y a dominar Europa, enfrenta ahora un momento de introspección. La final de la Copa del Rey contra el Barcelona será un punto de inflexión, tanto para Ancelotti como para un equipo que necesita recuperar la confianza.
El futuro de Carlo Ancelotti, el técnico más laureado en la historia del club, está en el aire. Sus 15 títulos con el Madrid, incluidas tres Champions, son un legado imborrable, pero en el fútbol, el presente pesa más que el pasado. La afición blanca espera respuestas, y el tiempo dirá si “Carletto” logra revertir la situación o si su ciclo en la Casa Blanca llega a su fin.