Estados Unidos ha recaudado 500 millones de dólares desde el 5 de abril gracias a los aranceles “recíprocos” impulsados por el presidente Donald Trump. La cifra, reportada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, refleja los ingresos generados por estas medidas comerciales que gravan productos importados de diversos países.
Trump ha defendido estos aranceles como una estrategia para proteger la economía estadounidense y equilibrar el comercio internacional. Según el mandatario, las tarifas buscan contrarrestar lo que considera prácticas desleales de otros países. Sin embargo, la recaudación está muy por debajo de las expectativas del presidente, quien afirmó que los aranceles generarían hasta 2,000 millones de dólares diarios.
Los aranceles “recíprocos” afectan a múltiples naciones, con tasas que varían según el país y el producto. Por ejemplo, China enfrenta gravámenes de hasta 145%, mientras que la Unión Europea paga un 20%. Estas medidas han desatado respuestas de otros gobiernos, como China, que ha impuesto aranceles de represalia a productos estadounidenses.
México, por su parte, ha logrado ciertas exenciones. Gracias a negociaciones lideradas por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, cerca del 90% de las exportaciones mexicanas a EE.UU. están protegidas bajo el T-MEC. Sin embargo, productos como acero, aluminio y automóviles enfrentan tarifas del 25% si no cumplen con las reglas de origen del tratado.
La guerra comercial desatada por estos aranceles ha generado preocupación a nivel global. La Organización Mundial del Comercio estima que el comercio mundial podría contraerse un 0.2% este año debido a las tensiones. Economistas advierten que los consumidores podrían enfrentar alzas en los precios de productos importados.
En EE.UU., los aranceles han tenido un impacto mixto. Mientras Trump asegura que fortalecen la industria local, críticos señalan que los costos recaen en los consumidores y las empresas. Sectores como el automotriz y el tecnológico han reportado incrementos en sus costos operativos.
A pesar de la retórica de Trump, la recaudación diaria promedio de 250 millones de dólares está lejos de las proyecciones optimistas. Esto ha llevado a cuestionamientos sobre la viabilidad de financiar programas gubernamentales con estos ingresos, como el presidente había sugerido.
La Casa Blanca insiste en que los aranceles son una herramienta clave para poner a “EE.UU. primero”. Sin embargo, la incertidumbre persiste en los mercados globales, con caídas bursátiles y temores de una recesión en países como Alemania.
Las negociaciones comerciales continúan, pero las posturas se endurecen. China ha nombrado un nuevo representante para las discusiones, mientras la Unión Europea prepara contramedidas. México, mientras tanto, apuesta por el diálogo para minimizar el impacto en su economía.
El panorama comercial global sigue siendo incierto. Los aranceles de Trump han reconfigurado las relaciones económicas, pero su éxito a largo plazo sigue en duda ante las reacciones internacionales y los desafíos internos.

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EE.UU. recauda 500 millones de dólares con aranceles “recíprocos” de Trump, pero queda lejos de sus promesas
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