La Reserva Federal de Estados Unidos ha encendido las alarmas al confirmar una ralentización económica en el primer trimestre de 2025, según datos provisionales. El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló que el crecimiento del Producto Interno Bruto podría ser significativamente menor al esperado, lo que plantea serios interrogantes sobre el rumbo de la mayor economía del mundo.
El modelo GDPNow de la Fed de Atlanta, una herramienta clave para estimar el crecimiento económico en tiempo real, proyecta una caída del PIB ajustado por importaciones de oro de apenas -0.1 por ciento. Sin embargo, al incluir las importaciones de oro, la contracción podría alcanzar un alarmante -2.2 por ciento, una mejora respecto a estimaciones previas, pero aún preocupante.
Entre los factores que explican esta desaceleración destaca el impacto de los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump. Las tarifas del 25 por ciento a importaciones de Canadá y México, junto con las tensiones comerciales con China, han generado incertidumbre en los mercados y afectado la confianza de los consumidores y las empresas.
Powell también advirtió que los aranceles podrían impulsar una inflación más persistente de lo anticipado. Las proyecciones sugieren que la inflación podría alcanzar el 3.7 por ciento en los próximos meses, complicando los esfuerzos de la Fed por mantener los precios bajo control sin sacrificar el crecimiento económico.
El consumo, uno de los pilares de la economía estadounidense, muestra señales de debilitamiento. Los hogares están ajustando sus gastos ante el aumento de los costos de vida y las tasas de interés elevadas, lo que ha llevado a una reducción en las compras discrecionales y un enfoque en productos esenciales.
Por otro lado, el déficit comercial de Estados Unidos se ha ampliado, en parte debido a la caída de las importaciones tras la entrada en vigor de los nuevos aranceles. Este panorama ha llevado a algunos analistas a advertir sobre el riesgo de una recesión, aunque la Fed mantiene que no es su escenario base.
A pesar de la solidez del mercado laboral, con una tasa de desempleo cercana al 4 por ciento, los economistas temen que los efectos de las políticas comerciales se reflejen pronto en el empleo. Las grandes empresas han alertado sobre posibles disrupciones en sus cadenas de suministro, lo que podría traducirse en recortes de personal.
La Fed ha optado por una postura cautelosa, manteniendo las tasas de interés en un rango de 4.25 a 4.5 por ciento tras recortes en 2024. Powell enfatizó que la institución necesita más claridad sobre el impacto de las políticas comerciales antes de tomar nuevas medidas.
Mientras tanto, los mercados financieros han reaccionado con volatilidad. Las bolsas han mostrado alzas moderadas tras las declaraciones de Powell, pero la incertidumbre persiste ante la posibilidad de nuevos anuncios sobre aranceles globales en abril.
Este panorama económico plantea desafíos no solo para Estados Unidos, sino también para sus socios comerciales, como México, que enfrenta tarifas significativas en más del 50 por ciento de sus exportaciones. La economía global observa con atención las próximas decisiones de la Fed y la Casa Blanca.

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La economía de Estados Unidos en alerta por una preocupante desaceleración en 2025
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