En un operativo conjunto, autoridades de Guanajuato y la Fiscalía General de la República lograron un duro golpe al crimen en León. Una bodega en la colonia Alfaro fue cateada, resultando en la recuperación de mercancía robada con un valor superior al millón de pesos.
La acción dejó al descubierto un almacén repleto de productos presuntamente sustraídos de autotransportes federales. Entre lo decomisado destacan 988 cajas de aceite de palma y 22 de insumos industriales, evidencia clara de la magnitud del problema de inseguridad en las carreteras del estado.
Cuatro personas fueron detenidas en el lugar, sorprendidas en pleno resguardo de la mercancía ilegal. Esto pone en la mira la falta de control y vigilancia efectiva por parte de las autoridades, que permite a los delincuentes operar con aparente facilidad en la zona.
El cateo se derivó de una investigación de la Subsecretaría de Inteligencia Operacional, que identificó el inmueble como un punto clave para el robo a transporte. Los informes policiales fueron fundamentales para obtener la orden judicial que permitió irrumpir en la supuesta recicladora.
La estrategia CONFIA, impulsada para combatir estos delitos, parece dar resultados, pero la pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguirán las carreteras de Guanajuato siendo un botín fácil para el crimen? La inseguridad no da tregua y los ciudadanos exigen respuestas.
Este decomiso revela una vez más la vulnerabilidad del sistema de transporte y distribución en el estado. Aunque se recuperó la mercancía, el daño ya está hecho, y la desconfianza en las instituciones crece ante la incapacidad de prevenir estos robos.