Audi, la filial de Volkswagen, planea eliminar 7 mil 500 empleos en Alemania para 2029, como parte de un ajuste masivo para reducir costos. Este recorte, acordado entre la dirección y los representantes de los trabajadores, busca ahorrar mil millones de euros al año a mediano plazo.
La medida afectará áreas como administración y desarrollo, en un momento complicado para la industria automotriz alemana. La empresa enfrenta una dura competencia de los vehículos eléctricos chinos y una caída en la demanda de sus modelos, lo que ha obligado a tomar decisiones drásticas.
A pesar de los recortes, Audi invertirá 8 mil millones de euros en sus plantas germanas durante los próximos cuatro años. Este dinero se destinará a fortalecer la transición hacia la movilidad eléctrica, un sector clave para su futuro.
Los despidos elevan a casi 48 mil los empleos perdidos en el Grupo Volkswagen. La compañía asegura que los recortes se harán de forma “socialmente aceptable”, evitando despidos forzosos hasta 2033, aunque el impacto en la fuerza laboral será significativo.
El anuncio refleja los retos del sector automovilístico en Europa, donde la inflación y la pérdida de competitividad están golpeando fuerte. Audi busca con esto ser más ágil y eficiente, según explicó su consejero delegado, Gernot Döllner.