El gobierno de México y las grandes farmacéuticas se han puesto de acuerdo para asegurar el abasto de medicamentos, tras un desastre monumental en la licitación para 2025-2026. La Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno tuvo que anular todo por irregularidades que olían a podrido desde lejos.
Dicen que no afectará el suministro, pero la reunión con Raquel Buenrostro, Eduardo Clark y Carlos Ulloa huele a desesperación por tapar el sol con un dedo. Hasta instalaron una “mesa permanente” para vigilar entregas, como si eso borrara el caos que dejaron.
Afirman que evitaron un daño de 13 mil millones de pesos al erario, pero el daño a la salud de los mexicanos ya está hecho. CANIFARMA, AMIIF y otras asociaciones farmacéuticas prometieron precios competitivos, aunque el historial de este gobierno nos hace dudar de todo.
Transparencia y eficiencia, dicen, mientras la sombra de la ineptitud sigue creciendo. ¿Será este otro show para calmar las aguas o realmente piensan cumplir por una vez?