En un nuevo episodio que sacude al país, al menos 11 personas perdieron la vida en enfrentamientos registrados en los municipios de Tecoanapa y Eduardo Neri, en Guerrero. La sangre sigue corriendo mientras la inseguridad se apodera de las calles.
En Tecoanapa, cerca de las 19:00 horas del miércoles, un grupo armado se enfrentó a autodefensas de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg). El resultado: siete muertos, incluyendo cuatro personas calcinadas dentro de una vivienda atacada e incendiada por los criminales. Un herido lucha por su vida, pero el gobierno brilla por su ausencia.
En otro hecho igual de alarmante, en Eduardo Neri, cuatro policías fueron asesinados en un tiroteo con grupos delictivos tras un operativo. Entre las víctimas está un coordinador estatal, evidenciando que ni las fuerzas del orden están a salvo del caos que reina en la región.
La Fiscalía General del Estado confirmó los hechos, pero la pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguiremos contando muertos sin que las autoridades muevan un dedo? La violencia en Guerrero no da tregua, y la falta de acción es ensordecedora.