La automotriz japonesa Nissan está evaluando un cambio significativo en su estrategia de producción debido a la presión de los aranceles impuestos por Estados Unidos. Según el medio Nikkei, la compañía planea trasladar la fabricación del SUV Rogue desde su planta en Fukuoka, Japón, hacia Tennessee, en territorio estadounidense.
El objetivo de este movimiento es evitar los costos adicionales que los aranceles representan para sus exportaciones. Nissan, que vendió cerca de 920 mil vehículos en Estados Unidos el último año, busca mantener su competitividad en uno de sus principales mercados sin que los precios se vean afectados.
Además, la empresa contempla reducir la producción del SUV Infiniti en México como parte de esta reestructuración. Aunque México ha sido un centro clave para Nissan, los ajustes responden a la necesidad de adaptarse a las políticas comerciales que impactan sus operaciones globales.
Este cambio podría disminuir la actividad en la planta de Fukuoka, afectando la economía local en Japón. Mientras tanto, las instalaciones en Tennessee ganarían relevancia, consolidando la presencia de Nissan en Estados Unidos.
La decisión aún no está confirmada, pero refleja cómo las tensiones comerciales están moldeando las estrategias de las grandes automotrices. Nissan espera que estos ajustes le permitan sortear las barreras arancelarias sin sacrificar su posición en el mercado.