El cantante de corridos Gerardo Ortiz ha dado un giro inesperado a su carrera al declararse culpable en Estados Unidos por un delito que lo vincula al mundo del narcotráfico. El artista admitió haber violado una ley federal al realizar negocios y presentarse en conciertos organizados por un promotor mexicano conectado con cárteles criminales.
Todo comenzó en 2018, cuando agentes del FBI contactaron a Ortiz para advertirle que Jesús “Chucho” Pérez Alvear, el promotor con quien trabajaba, había sido señalado como narcotraficante bajo la Ley de Capos Extranjeros de Narcóticos. A pesar de la advertencia, Ortiz decidió seguir adelante con los eventos.
La Fiscalía de Estados Unidos reveló que el cantante participó en al menos 19 conciertos más, organizados por Pérez Alvear, quien presuntamente lavaba dinero para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este detalle salió a la luz durante el juicio contra Ángel del Villar, jefe de la disquera Del Records.
Ortiz, conocido por éxitos como “Tranquilito”, confesó que Del Villar lo convenció de ignorar las advertencias del FBI y continuar con las presentaciones. Ahora, el cantante se ha comprometido a testificar en contra de su exrepresentante en un caso que sacude a la industria musical.
El promotor Pérez Alvear, pieza clave en esta trama, fue asesinado en diciembre de 2024 en la Ciudad de México, añadiendo más intriga a la historia. Mientras tanto, el futuro legal de Ortiz sigue en el aire, aunque su cooperación podría influir en su sentencia.
Este caso pone de nuevo bajo los reflectores los nexos entre el entretenimiento y el crimen organizado, un tema que no deja de generar controversia en el mundo del regional mexicano. La declaración de Ortiz promete mantener la atención del público en los próximos días.