La automotriz Stellantis ha decidido pausar la producción en su planta de Windsor, Canadá, durante dos semanas a partir del 7 de abril, afectando a unos 4,500 trabajadores. Esta medida responde a los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos al sector automotriz, que entraron en vigor este jueves.
La compañía también ha confirmado que esta suspensión se extenderá a varias de sus plantas en México y Canadá, impactando adicionalmente instalaciones de ejes y estampado en territorio estadounidense. Stellantis busca adaptarse a los costos adicionales que estos gravámenes representan para la industria.
Los aranceles, establecidos en un 25% para vehículos y partes no fabricados en Norteamérica, forman parte de una política comercial más amplia impulsada por el presidente Donald Trump. Aunque México y Canadá están exentos de algunos gravámenes bajo el T-MEC, las reglas sobre componentes extranjeros complican la situación.
En Windsor, la producción se reanudará el 21 de abril, pero no se ha уточado cuánto tiempo durarán las afectaciones en México. La empresa señala que estas acciones son necesarias para mitigar el impacto económico inmediato en sus operaciones.
Este movimiento refleja los desafíos que enfrenta el sector automotriz ante las tensiones comerciales. Los costos de producción podrían incrementarse, lo que eventualmente se trasladaría a los precios de los vehículos en el mercado estadounidense.