La Fiscalía General del Estado de Baja California ha dado un golpe a la impunidad al detener a un presunto implicado en el brutal asesinato de Gail Castro, hermano del conocido youtuber Markitos Toys. El crimen, ocurrido el 28 de marzo en Ensenada, sigue destapando la ola de violencia que azota al país sin que las autoridades logren contenerla.
El ataque tuvo lugar cuando Gail Castro salía del restaurante Villa Marina, en un acto que la fiscal María Elena Andrade Ramírez calificó como “directo” y “premeditado”. Los responsables, armados y a bordo de un vehículo, esperaron a la víctima para ejecutarla, dejando en claro que la inseguridad sigue reinando en las calles.
En menos de 12 horas, las autoridades capturaron a uno de los sospechosos, abriendo nuevas líneas de investigación. Sin embargo, el caso pone en evidencia la fragilidad del sistema de seguridad, incapaz de prevenir estos ataques que enlutan a familias y sacuden a la sociedad.
La violencia no da tregua en México, y este homicidio se suma a una lista interminable de crímenes que mantienen a la población en zozobra. Mientras el gobierno presume avances, la realidad muestra que la delincuencia opera con total libertad, dejando a los ciudadanos a merced del peligro.