La economía de Estados Unidos creció un 2.8% en 2024, según el dato definitivo publicado por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio. Este aumento refleja una leve desaceleración frente al 2.9% de 2023, pero supera las expectativas en un contexto de incertidumbre global.
En el último trimestre del año, el PIB avanzó a una tasa del 2.4%, ajustada al alza desde una estimación inicial del 2.3%. Este crecimiento se vio impulsado por el consumo, las inversiones y el gasto público, aunque mostró una ralentización respecto al 3.1% del trimestre anterior.
A pesar de las subidas de tipos de interés aplicadas por la Reserva Federal en 2022 y 2023 para controlar la inflación, la economía estadounidense evitó una recesión. El aumento del gasto de los consumidores y la reducción de importaciones compensaron la caída en la inversión durante los últimos meses de 2024.
Estos datos no incluyen aún el impacto de las reformas prometidas por el presidente Donald Trump, quien asumió el cargo el 20 de enero de 2025. Entre sus propuestas destaca una política arancelaria que, desde el 2 de abril, busca ampliar tarifas a vehículos y socios comerciales.
El desempeño económico de 2024 posiciona a Estados Unidos como una de las economías más sólidas entre las grandes potencias, desafiando pronósticos pesimistas y manteniendo un crecimiento estable en un año de transición política.