En Naucalpan, Estado de México, la demolición de un edificio con severos daños estructurales en la colonia Ampliación Benito Juárez ha alcanzado un avance del 50%, según informó el alcalde Isaac Montoya. Este inmueble, que representa un peligro para los vecinos, fue evacuado desde octubre de 2024, pero las autoridades locales han tardado meses en actuar.
El edificio, construido de manera irregular en una zona de alto riesgo, comenzó a mostrar grietas y crujidos que obligaron al desalojo de 50 personas, incluyendo a 12 familias que vivían en él o en viviendas cercanas. Montoya destacó que su administración está dando seguimiento a esta problemática, aunque los retrasos han generado críticas entre los afectados.
El gobierno municipal, encabezado por Montoya, ha entregado apoyos a las familias desalojadas, incluyendo 12 kits de electrodomésticos y un apoyo económico de 3,500 pesos. Sin embargo, muchos vecinos consideran insuficientes estas medidas, ya que han perdido sus pertenencias y enfrentan incertidumbre sobre su futuro.
La demolición, que se realiza bajo supervisión de expertos, busca garantizar la seguridad de la zona, pero los trabajos han sido lentos. El edificio presenta deformidades visibles en su estructura y cimientos expuestos, lo que aumenta el temor de un colapso repentino que podría afectar a más viviendas.
Montoya aseguró que el costo de la demolición, estimado en 1.5 millones de pesos, será cubierto por el propietario mediante un crédito fiscal otorgado por el ayuntamiento. Sin embargo, no se ha aclarado por qué el dueño del inmueble no enfrentará mayores consecuencias por construir en una zona irregular.
El alcalde también resaltó la colaboración con el Sistema DIF municipal para brindar apoyo a los afectados, incluyendo ayuda para el pago de rentas. A pesar de estos esfuerzos, los vecinos denuncian que la respuesta del gobierno municipal ha sido tardía y que las autoridades anteriores ignoraron el problema.
La situación en Ampliación Benito Juárez refleja los retos de la planeación urbana en Naucalpan, donde construcciones irregulares son comunes en áreas vulnerables. Los habitantes piden mayor vigilancia para evitar que casos como este se repitan en el futuro.
Mientras la demolición continúa, los vecinos viven con la preocupación de que el edificio pueda colapsar antes de que los trabajos concluyan. La administración de Montoya enfrenta el desafío de resolver esta crisis sin perder la confianza de la ciudadanía.