Javier Navarro, secretario general de Gobierno de Nuevo León, ha dejado claro que no tiene planes de abandonar su puesto a menos que el gobernador Samuel García lo decida. En medio de rumores sobre su salida, Navarro ha reafirmado su lealtad al proyecto emecista, asegurando que seguirá en el cargo si así lo desea el mandatario estatal.
Los rumores sobre un posible cambio en el gabinete de García han estado circulando en los últimos días, alimentados por tensiones internas y especulaciones en redes sociales. Navarro, una figura clave en la administración, ha optado por desmentir estas versiones, destacando que su prioridad es culminar los proyectos que tiene en marcha.
Durante un evento reciente en Monterrey, Navarro señaló que no está en busca de nuevos cargos ni aspira a otras posiciones, como la Secretaría de Economía. Su declaración busca calmar las aguas en un momento de incertidumbre política en el estado, donde las decisiones de García suelen generar controversia.
La relación entre Navarro y García no ha estado exenta de fricciones. Fuentes cercanas al gobierno han reportado tensiones entre ambos, especialmente tras una discusión en una reunión privada que dejó en evidencia diferencias en la cúpula del poder estatal. Sin embargo, Navarro insiste en que su compromiso es con Nuevo León.
El secretario general también aprovechó para respaldar los cambios que García planea anunciar en los próximos días. Según Navarro, estas modificaciones buscan fortalecer áreas como Buen Gobierno y Generación de Riqueza, aunque no dio detalles específicos sobre quiénes asumirán dichas responsabilidades.
La permanencia de Navarro en el gobierno no es un tema menor. Su papel como segundo al mando lo ha convertido en una figura central en la gestión de crisis, como las disputas con el Congreso local y los conflictos por la publicación de decretos en el Periódico Oficial del Estado. Estas controversias han generado críticas hacia su gestión.
A pesar de los señalamientos, Navarro se mantiene firme en su postura de continuar en el gobierno mientras cuente con el respaldo de García. Su declaración envía un mensaje claro: no hay cambios inmediatos en el horizonte, y su futuro depende exclusivamente de la voluntad del gobernador.
El panorama político en Nuevo León sigue siendo dinámico, con Samuel García al frente de un gobierno que no deja de generar titulares. Mientras tanto, Navarro parece decidido a mantenerse en la trinchera, dispuesto a enfrentar los retos que vengan en un estado donde la política nunca descansa.
La incertidumbre sobre el futuro del gabinete mantiene en vilo a los ciudadanos, quienes observan con atención cada movimiento de García y su equipo. Por ahora, Navarro sigue en el juego, pero su permanencia podría depender de cómo se alineen las piezas en el tablero político de Nuevo León.
En un estado donde las decisiones políticas impactan directamente en la vida cotidiana, la continuidad de figuras como Navarro genera tanto expectativa como escepticismo entre la población, que espera resultados concretos de una administración que prometió transformar la entidad.

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Javier Navarro se aferra al poder en Nuevo León bajo la sombra de Samuel García
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