La presidenta Claudia Sheinbaum voló hasta Calgary, Canadá, para presentar su ambicioso “Plan México” ante el Consejo Empresarial de Canadá, en un intento por atraer inversiones extranjeras. Acompañada por figuras clave de su gabinete, como Marcelo Ebrard, Edgar Amador y Juan Ramón de la Fuente, la mandataria buscó convencer a los empresarios canadienses de que México es un destino confiable para sus capitales.
El encuentro, realizado en un lujoso hotel de Calgary, tuvo como objetivo principal fortalecer los lazos con el sector privado canadiense. Sheinbaum destacó las supuestas oportunidades que el “Plan México” ofrece, enfocándose en sectores como infraestructura, transición energética y desarrollo regional. Sin embargo, las promesas de la presidenta levantan dudas sobre su capacidad para cumplir en un contexto de crecientes tensiones globales.
El “Plan México” se presenta como la gran apuesta del gobierno de Sheinbaum para posicionar al país como una potencia económica. Según la mandataria, este proyecto busca atraer hasta 277 mil millones de dólares en inversiones, distribuidos en dos mil proyectos en sectores estratégicos. Pero, ¿es esto realmente factible o solo un espejismo para ganar aplausos internacionales?
La reunión con los empresarios canadienses no es un evento aislado. Forma parte de la gira de Sheinbaum, que incluye su participación como invitada en la Cumbre del G7 en Kananaskis. Este viaje, el tercero internacional desde que asumió la presidencia el 1 de octubre de 2024, parece más una estrategia de relaciones públicas que un plan concreto para resolver los problemas internos del país.
Mientras Sheinbaum presume su plan en el extranjero, México enfrenta retos internos que no pueden ignorarse. La inseguridad, la crisis económica y las tensiones con Estados Unidos por el T-MEC son solo algunos de los obstáculos que el gobierno de Morena no ha logrado abordar de manera efectiva. ¿Será el “Plan México” la solución mágica que promete el oficialismo?
En su discurso, Sheinbaum insistió en que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá es fundamental para competir con potencias como China. Sin embargo, las recientes declaraciones de Donald Trump sobre posibles aranceles y la revisión del T-MEC en 2026 generan incertidumbre. La presidenta parece más enfocada en proyectar una imagen de estabilidad que en enfrentar los verdaderos desafíos del acuerdo comercial.
El Consejo Empresarial de Canadá, compuesto por directivos de las 170 empresas más influyentes del país, expresó interés en invertir en México. Sin embargo, detrás de las sonrisas y las fotos, persisten preguntas sobre las garantías que el gobierno mexicano puede ofrecer. La inestabilidad política y la violencia en el país no son precisamente un imán para los inversionistas.
Goldy Hyder, presidente del Consejo Empresarial, celebró el diálogo con Sheinbaum, destacando la importancia de un entorno favorable para la inversión. Pero las palabras bonitas no ocultan la realidad: México necesita más que discursos para consolidarse como un destino atractivo. La falta de claridad en las políticas de seguridad y el manejo económico del gobierno de Morena generan escepticismo.
La gira de Sheinbaum en Canadá también incluyó una reunión fallida con Donald Trump, quien regresó a Washington antes de lo previsto. Esto frustró los planes de una cumbre trilateral para discutir el futuro del T-MEC. Mientras tanto, el gobierno mexicano insiste en que el “Plan México” traerá prosperidad, pero los resultados reales están por verse.
¿Logrará Sheinbaum cumplir con sus promesas o será este otro capítulo de expectativas infladas? La realidad en México dista mucho de las fotos sonrientes en Calgary. La ciudadanía espera resultados concretos, no solo viajes y discursos en el extranjero.