La presidenta Claudia Sheinbaum ha encendido las alarmas al anunciar la activación de los planes DN-III-E y Marina como medida preventiva ante la posible evolución de la tormenta tropical Erick a huracán categoría II. Desde Canadá, donde participa en la Cumbre del G7, la mandataria informó que el fenómeno meteorológico podría tocar tierra entre Oaxaca y Guerrero, generando preocupación en el sur del país.
De acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección Civil, la tormenta tropical Erick se encuentra a 325 kilómetros de Puerto Chiapas y avanza con vientos sostenidos de 95 km/h. Los expertos advierten que las cálidas aguas del Pacífico podrían intensificar el ciclón, aumentando el riesgo de lluvias torrenciales, inundaciones y deslaves en las regiones costeras de Chiapas, Oaxaca y el sur de Guerrero.
Sheinbaum, a través de sus redes sociales, pidió a la población mantenerse informada y seguir las recomendaciones oficiales en el sitio preparados.gob.mx. Sin embargo, su mensaje desde el extranjero ha generado críticas, pues muchos cuestionan si el gobierno federal está realmente preparado para enfrentar una emergencia de esta magnitud.
Los planes DN-III-E, operados por la Secretaría de la Defensa Nacional, y el Plan Marina, ejecutado por la Secretaría de Marina, ya están en marcha. Estos protocolos incluyen tareas de rescate, evacuación y atención a la población en zonas vulnerables. En Oaxaca, se han identificado 22 municipios en riesgo, lo que podría afectar a más de 70 mil personas.
La Coordinadora Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, detalló que se han emitido alertas de emergencia en los tres estados mencionados. Las autoridades locales, en coordinación con las fuerzas federales, han comenzado a instalar centros de atención y refugios temporales para resguardar a la población en caso de que Erick se intensifique.
En Chiapas, algunas comunidades rurales ya han iniciado evacuaciones preventivas, mientras que en Guerrero se han suspendido servicios de transporte y energía en zonas de alto riesgo. Los hospitales de la región han reforzado su capacidad de respuesta, asegurando el abasto de medicamentos y unidades móviles para atender emergencias.
El Servicio Meteorológico Nacional continúa monitoreando la trayectoria de Erick, que podría alcanzar la costa mexicana entre la noche del miércoles y el jueves. Las autoridades han advertido sobre la posibilidad de crecidas de ríos y deslizamientos en áreas montañosas, especialmente en Oaxaca y Chiapas.
A pesar de las medidas anunciadas, la ausencia de Sheinbaum en territorio nacional durante esta alerta ha desatado cuestionamientos. Muchos se preguntan si el gobierno de Morena priorizará la seguridad de los ciudadanos o si, como en otras ocasiones, la respuesta será insuficiente ante la furia de la naturaleza.
La población en las zonas afectadas permanece en vilo, mientras las autoridades prometen estar preparadas. Sin embargo, la historia de desastres naturales en México deja un sabor amargo, con recuerdos de respuestas tardías y promesas incumplidas que aún resuenan en la memoria colectiva.
El huracán Erick pone a prueba una vez más la capacidad del gobierno federal para proteger a los mexicanos. Los próximos días serán clave para determinar si las medidas preventivas fueron suficientes o si, como tantas veces, la tragedia golpeará con fuerza a los más vulnerables.