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Miles de peces muertos en el Río Blanco de Zapopan: una tragedia ambiental que enciende las alarmas

En el corazón de Zapopan, Jalisco, el Río Blanco, alguna vez un símbolo de vida, se ha convertido en un escenario desolador. Miles de peces han aparecido muertos a lo largo de varios kilómetros de su cauce, un hecho que ha conmocionado a los habitantes de las colonias Colinas de San Miguel y Capital Norte. Este desastre ecológico, reportado el pasado 9 de junio, ha levantado preocupaciones sobre la calidad del agua y los riesgos para la salud de la población.
Los vecinos de la zona fueron los primeros en dar la voz de alarma. Un olor fétido, imposible de ignorar, se coló en sus hogares, obligándolos a investigar. Lo que encontraron fue devastador: una cantidad incontable de mojarras y otras especies flotando sin vida en el río. Abel Plascencia, un residente de Colinas de San Miguel, describió la escena como “dantesca”, con peces cubriendo las orillas del cauce.
La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente, junto con la Agencia de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria de Jalisco, acudió al lugar para investigar las causas de esta mortandad masiva. Su conclusión preliminar apunta a una tragedia provocada por la falta de oxígeno en el agua, un fenómeno conocido como anoxia. Este problema, según las autoridades, fue desencadenado por la alta presencia de materia orgánica y la mala calidad del agua en el río.
Las necropsias realizadas a los peces descartaron la presencia de agentes tóxicos o patógenos, lo que descarta, por ahora, un envenenamiento intencional. Sin embargo, el informe oficial señala que los peces murieron en un lapso de menos de 48 horas, lo que evidencia la gravedad de las condiciones del río. Durante la inspección, también se detectó un olor fétido y una coloración oscura en el agua, señales claras de contaminación.
Un detalle preocupante es la actividad de limpieza observada en una hacienda cercana al río. Aunque no se pudo obtener información oficial, las autoridades notaron que personas dentro de la propiedad realizaban labores que podrían estar relacionadas con el problema. La falta de transparencia en este punto ha generado sospechas entre los habitantes, quienes exigen respuestas claras.
La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente ha informado de los hechos a su contraparte federal, ya que las descargas contaminantes en cuerpos de agua son un delito de ámbito federal. Según el Código Penal Federal, verter residuos que dañen la flora, la fauna o la calidad del agua puede castigarse con hasta nueve años de prisión y multas significativas. Este caso podría derivar en sanciones severas si se identifican responsables.
Este no es un incidente aislado en Jalisco. Apenas unos días antes, en Ajijic, en el municipio de Chapala, se reportó un caso similar con cientos de peces muertos. La recurrencia de estos eventos pone en evidencia la fragilidad de los ecosistemas acuáticos en la región y la urgente necesidad de acciones para protegerlos.
El Río Blanco, que alguna vez fue un lugar de esparcimiento para las familias de Zapopan, hoy es un recordatorio de los desafíos ambientales que enfrenta el estado. La contaminación, la falta de mantenimiento y la posible negligencia de quienes gestionan los recursos hídricos han llevado a esta crisis. Los habitantes de las colonias afectadas esperan que las autoridades no solo investiguen, sino que actúen para evitar que esta tragedia se repita.

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