Bernardo Bátiz, próximo magistrado del Tribunal de Disciplina Judicial y cercano al expresidente Andrés Manuel López Obrador, ha desatado polémica al defender el uso de los llamados “acordeones” en la elección judicial del 1 de junio. Estos materiales, que indicaban por quién votar, fueron ampliamente cuestionados por presuntamente inducir el voto a favor de candidatos ligados a Morena.
En una declaración que ha generado indignación, Bátiz afirmó que los acordeones no son un delito, siempre y cuando no se fuerce a los votantes. Según él, estos folletos fueron solo una forma de “publicidad” para orientar a los ciudadanos en un proceso electoral complejo. Sin embargo, críticos señalan que esta práctica pudo haber comprometido la libertad del voto.
Los acordeones, distribuidos tanto en redes sociales como en las calles, contenían nombres y números de candidatos afines a Morena, incluyendo al propio Bátiz. La coincidencia entre los nombres promovidos en estos materiales y los ganadores de la elección ha levantado sospechas sobre la legitimidad del proceso. Consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) no han descartado que estos folletos influyeron en los resultados.
Bátiz, quien fue procurador de justicia durante el gobierno de López Obrador en la Ciudad de México, insistió en que no hay pruebas de que Morena estuviera detrás de la distribución de los acordeones. “Quienes acusan deben demostrarlo”, afirmó, desafiando a los detractores a presentar evidencia ante las autoridades electorales. Esta postura ha sido vista como una defensa a ultranza de las prácticas cuestionadas.
El INE, por su parte, validó la elección judicial pese a las controversias. Aunque algunos consejeros expresaron preocupación por el impacto de los acordeones, la mayoría decidió que no había elementos suficientes para anular el proceso. Esta decisión ha avivado las críticas de quienes consideran que la reforma judicial impulsada por Morena busca controlar el Poder Judicial.
La elección del 1 de junio fue la primera en la historia de México donde se eligieron por voto popular a ministros, magistrados y jueces. Sin embargo, el uso de acordeones ha empañado el proceso, con acusaciones de que Morena manipuló el voto para favorecer a sus aliados. Bátiz, junto con otros candidatos como Celia Maya y Verónica de Gyves, resultó electo para el Tribunal de Disciplina Judicial.
Organismos internacionales que observaron la elección reconocieron que inducir el voto con acordeones es un delito electoral, pero no constataron una distribución masiva. Pese a esto, la sombra de la duda persiste, y figuras políticas como Rubén Moreira, del PRI, han exigido a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales que investigue a fondo.
Las declaraciones de Bátiz han generado reacciones encontradas. Mientras sus simpatizantes lo ven como un defensor de la democratización del Poder Judicial, sus críticos lo acusan de justificar prácticas que atentan contra la transparencia electoral. El debate sobre los acordeones y su impacto en la elección judicial está lejos de terminar.
Este escándalo pone en tela de juicio la reforma judicial promovida por Morena y el gobierno federal. Con un Poder Judicial en plena transformación, las acusaciones de manipulación electoral podrían minar la confianza de los ciudadanos en las instituciones. La polémica en torno a Bátiz y los acordeones seguirá dando de qué hablar en los próximos meses.

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BERNARDO BÁTIZ EN EL OJO DEL HURACÁN: DEFIENDE ACORDEONES COMO “PUBLICIDAD” EN ELECCIÓN JUDICIAL
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