La Embajada de Estados Unidos en México ha desatado controversia al promover la autodeportación de migrantes indocumentados a través de una campaña en redes sociales. Con un mensaje directo, la representación diplomática asegura que salir voluntariamente del país es la opción más segura y económica para quienes viven sin documentos en territorio estadounidense.
La iniciativa, respaldada por el Departamento de Seguridad Nacional, utiliza la aplicación móvil CBP Home como herramienta principal. Este programa permite a los migrantes gestionar su salida de forma ordenada, evitando detenciones y procesos legales más severos. La embajada enfatiza que permanecer ilegalmente en Estados Unidos es un delito, un mensaje que ha generado críticas por su tono intimidante.
El proceso es sencillo: los migrantes deben descargar la aplicación, seleccionar la opción de salida, proporcionar datos personales y esperar el contacto de las autoridades migratorias. Según la embajada, esta vía no solo reduce costos, sino que preserva la posibilidad de regresar legalmente en el futuro, a diferencia de una deportación forzada.
La campaña, acompañada del hashtag #NiLoIntentes, incluye un video animado que muestra a una migrante enfrentando dificultades laborales debido a su estatus migratorio. Tras reflexionar, la protagonista opta por autodeportarse usando CBP Home, presentando esta decisión como una solución digna y responsable.
Sin embargo, organizaciones defensoras de derechos humanos han cuestionado la estrategia. Argumentan que la autodeportación, aunque presentada como voluntaria, responde a un entorno de presión creado por las políticas migratorias estrictas impulsadas por la administración de Donald Trump. Estas políticas incluyen redadas masivas y la reactivación de centros de detención.
La Secretaría de Seguridad Nacional, liderada por Kristi Noem, ha defendido la medida, asegurando que reduce significativamente los costos asociados con detenciones y deportaciones forzadas. Además, se ha anunciado que quienes usen la aplicación podrían recibir incentivos económicos, como un apoyo de mil dólares y un vuelo gratuito a su país de origen.
En México, la reacción ha sido mixta. Mientras algunos ven la autodeportación como una alternativa práctica, otros la consideran una forma de intimidación que no aborda las causas de la migración. El gobierno mexicano, por su parte, ha enfatizado su compromiso con la protección de los derechos de los migrantes, aunque sin criticar directamente la campaña estadounidense.
Esta iniciativa se enmarca en un contexto de endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos. Desde el regreso de Trump al poder, se han intensificado las medidas para reducir la inmigración irregular, incluyendo la suspensión de programas de asilo y la eliminación de protecciones para migrantes en ciudades santuario.
La campaña de autodeportación pone en el centro del debate la complejidad del fenómeno migratorio. Mientras las autoridades estadounidenses la presentan como una solución eficiente, las voces críticas advierten que podría agravar la vulnerabilidad de miles de personas que buscan una vida mejor.
El futuro de esta estrategia dependerá de su aceptación entre los migrantes y de las respuestas de los gobiernos y organizaciones internacionales. Por ahora, la aplicación CBP Home sigue siendo el símbolo de una política migratoria que no deja de generar polémica.