La tarde de este lunes, una intensa lluvia azotó la Ciudad de México, dejando un rastro de inundaciones y encharcamientos que colapsaron vialidades y afectaron incluso al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. La falta de preparación ante las precipitaciones ha vuelto a evidenciar las fallas en la infraestructura urbana de la capital.
En la alcaldía Venustiano Carranza, el Boulevard Puerto Aéreo se convirtió en un río improvisado, donde elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana tuvieron que intervenir para abrir coladeras y mitigar el impacto. Los vehículos quedaron atrapados, complicando aún más la movilidad en una de las zonas más transitadas de la ciudad.
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no se salvó del desastre. Videos que circulan en redes sociales muestran cómo el agua se filtró en la Terminal 2, obligando al personal de limpieza a trabajar a marchas forzadas para secar los pisos y evitar mayores molestias a los viajeros. La situación generó preocupación entre los pasajeros, quienes enfrentaron retrasos y complicaciones.
Diversas escuelas de la capital también reportaron afectaciones. Las fuertes lluvias de los últimos días han dañado instalaciones educativas, dejando en evidencia la vulnerabilidad de estos espacios ante fenómenos climáticos que, según expertos, se han intensificado en el Valle de México. Las autoridades no han detallado un plan claro para atender estas emergencias.
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil activó alertas amarilla y naranja en varias alcaldías, advirtiendo sobre la posibilidad de más lluvias y granizo. Sin embargo, la respuesta de las autoridades ha sido cuestionada, ya que las inundaciones persisten en puntos críticos de la ciudad, como la Calzada Ignacio Zaragoza y la Central de Abasto.
En la Central de Abasto, una de las zonas más afectadas, una camioneta quedó atrapada en una inundación de un metro de profundidad. Las imágenes de vehículos sumergidos en el agua han generado indignación entre los capitalinos, quienes exigen soluciones efectivas para evitar que estas escenas se repitan cada temporada de lluvias.
La acumulación de basura en las calles, señalada como una de las principales causas de los encharcamientos, sigue siendo un problema sin resolver. A pesar de los operativos de desazolve, las coladeras obstruidas y la falta de mantenimiento agravan las inundaciones, afectando la vida diaria de miles de personas.
La Ciudad de México enfrenta una vez más las consecuencias de un sistema de drenaje colapsado y una planeación urbana deficiente. Mientras las lluvias continúan, los ciudadanos se preguntan hasta cuándo seguirán navegando por calles convertidas en ríos y enfrentando el caos que estas tormentas dejan a su paso.