La madrugada del domingo 15 de junio, los habitantes de Nuevo León vivieron un evento fuera de lo común. Alrededor de las 2:00 horas, un destello brillante iluminó el cielo de varios municipios, desde Monterrey hasta Montemorelos. Minutos después, un sismo de magnitud 3.6 estremeció la región, generando sorpresa y especulación entre los ciudadanos.
El objeto luminoso que cruzó el cielo fue identificado por científicos de la UNAM como un meteoroide natural. Este fragmento rocoso-metálico, proveniente de un asteroide, ingresó a la atmósfera terrestre y se desintegró, creando un espectáculo de luz verde-azul. Según expertos, el meteoroide no representó peligro, pero su brillo fue tan intenso que fue captado por satélites y grabado por numerosos testigos.
El físico Pablo Barrera, del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, señaló que el meteoroide pudo haber caído cerca del entronque San Roberto y la Carretera Federal 57. Aunque no se confirmó que fragmentos llegaran al suelo, científicos continúan analizando el evento para determinar si dejó rastros en la zona.
Por otro lado, el sismo de magnitud 3.6 registrado en Montemorelos añadió intriga al suceso. Según el Servicio Sismológico Nacional, el movimiento ocurrió a las 2:10 horas, con una profundidad de 14 kilómetros. Aunque no causó daños, fue perceptible en varios puntos del estado, generando reportes en redes sociales.
La coincidencia de ambos fenómenos desató especulaciones. En plataformas como X, algunos usuarios sugirieron que el impacto del meteoroide pudo haber provocado el sismo. Sin embargo, los expertos descartan esta relación, aclarando que no hay evidencia de vibraciones sísmicas asociadas al meteoroide.
La Sociedad Astronómica de Nuevo León explicó que el destello fue un bólido, un meteoro especialmente brillante. La tonalidad verde del fenómeno se debe a elementos químicos como el níquel, que se liberan al desintegrarse en la atmósfera. Este tipo de eventos, aunque raros, son valiosos para la ciencia.
El sismo, por su parte, se suma a una serie de movimientos telúricos registrados en Nuevo León este año. Expertos de la Universidad Autónoma de Nuevo León han advertido que la región podría experimentar temblores de mayor magnitud en los próximos años, aunque eventos como este son poco frecuentes.
La combinación de estos fenómenos naturales dejó a los regiomontanos con más preguntas que respuestas. Mientras los científicos continúan investigando, los habitantes de Nuevo León no olvidarán esta noche en la que el cielo y la tierra se unieron en un espectáculo inesperado.