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¡Cooperación o fachada? Landau y Sheinbaum negocian seguridad en medio de tensiones

El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, expresó un optimismo desbordante tras reunirse con la presidenta Claudia Sheinbaum para discutir temas de seguridad. Según Landau, el encuentro promete una “mayor cooperación” entre ambos países, pero las palabras bonitas chocan con la realidad de tensiones bilaterales que no se pueden ignorar.
La reunión, celebrada en Palacio Nacional, tuvo como telón de fondo las recientes redadas migratorias en Los Ángeles, California. Apenas un día antes, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, acusó a Sheinbaum de incitar protestas violentas en esa ciudad. La presidenta negó rotundamente estas afirmaciones, pero el ambiente ya estaba cargado de desconfianza.
Landau, quien fue embajador en México durante el primer gobierno de Donald Trump, insistió en que la charla con Sheinbaum fue de “respeto mutuo”. Sin embargo, sus declaraciones parecen más un intento de suavizar las fricciones que una garantía de resultados concretos. Mientras tanto, el crimen organizado sigue siendo un problema compartido que ambos gobiernos prometen combatir, pero con poca claridad sobre cómo.
El diplomático estadounidense destacó que la cooperación abarcará “una gran variedad de temas”, con un enfoque especial en la lucha contra los cárteles. Sin embargo, las promesas de acuerdos futuros y visitas de altos funcionarios, como el secretario de Estado Marco Rubio, suenan más a planes en el aire que a soluciones inmediatas para un problema que no espera.
Sheinbaum, por su parte, aprovechó la reunión para exponer su desacuerdo con las redadas migratorias. Según la presidenta, estas acciones no solo afectan a los migrantes mexicanos, sino que dañan la economía estadounidense. Sus palabras reflejan la postura de un gobierno que busca defender a sus connacionales, pero que enfrenta críticas por no lograr un impacto real en la diplomacia.
El encuentro también sirvió para preparar una posible reunión entre Sheinbaum y Trump en la cumbre del G7 en Canadá. La presidenta aseguró que defenderá “dignamente” a los mexicanos, pero las tensiones comerciales y migratorias con Estados Unidos hacen que este compromiso suene más a discurso que a estrategia sólida.
Landau afirmó que los números de migración han “bajado dramáticamente” desde la llegada de Trump a la Casa Blanca. Sin embargo, esta declaración contrasta con las protestas en Los Ángeles y la percepción de que las políticas migratorias estadounidenses siguen siendo un punto de conflicto con México.
En medio de este panorama, las palabras de optimismo de Landau y las promesas de cooperación parecen un intento de calmar las aguas. Pero mientras los problemas de seguridad y migración persisten, la pregunta sigue siendo si estas reuniones son un paso hacia soluciones reales o solo una cortina de humo para ocultar las tensiones entre ambos países.

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