La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) ha puesto el foco en los hermanos José Alfredo y Johnny Hurtado Olascoaga, conocidos como “El Fresa” y “El Pez”, señalándolos como los propietarios de 21 inmuebles asegurados en el sur del estado. Estas propiedades, ubicadas en municipios como Amatepec, Luvianos y Tlatlaya, fueron intervenidas en el marco del operativo Bastión, una acción que busca golpear las estructuras del crimen organizado.
Los hermanos Hurtado Olascoaga están identificados como líderes de La Familia Michoacana, un grupo criminal que ha sembrado el terror en la región. La FGJEM asegura que estos inmuebles eran utilizados como refugios y centros de operación, lo que evidencia la impunidad con la que operan estos delincuentes mientras la inseguridad sigue en aumento. La falta de control en estas zonas es alarmante.
El operativo, llevado a cabo entre el 27 y el 28 de marzo, contó con el apoyo de la Secretaría de Seguridad estatal, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional. Entre lo decomisado se encuentran armas, vehículos y hasta animales exóticos, mostrando el nivel de ostentación y poder que han acumulado estos criminales ante la aparente pasividad de las autoridades.
La violencia en el sur del Estado de México no da tregua, y este aseguramiento destapa una vez más la incapacidad del gobierno para frenar a grupos como La Familia Michoacana. Los habitantes de estos municipios viven bajo amenaza constante, mientras los cabecillas parecen moverse con total libertad. La pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguirá esta ola de terror sin una respuesta efectiva?